jueves, 14 de febrero de 2019

Los Zorros y los Perros ya eran domesticados en la Edad de Bronce.

<p>Representanción artística de una mujer de la Edad de Bronce acompañada por un perro y un zorro / J. A. Peñas</p>
Representanción artística de una mujer de la Edad de Bronce acompañada por un perro y un zorro / J. A. Peñas
El descubrimiento de cuatro zorros y una gran cantidad de perros en los yacimientos de Can Roqueta (Barcelona) y Minferri (Lleida) destacan entre los muchos ejemplos de tumbas en diferentes lugares del noreste peninsular. Estos enterramientos evidencian una práctica funeraria generalizada que proliferó en la Edad del Bronce Temprano a Medio: la de enterrar a humanos junto a animales domésticos.
La particularidad de estos sitios es la forma de sepultar a los muertos en grandes silos, junto con sus perros y algunos zorros. “Descubrimos que en algunos casos los perros recibieron un tipo de alimentación especial. Esto lo relacionamos con su función como perros de trabajo. Además, uno de los zorros muestra indicios de haber sido un animal doméstico ya en aquellos tiempos”, declara a Sinc Aurora Grandal-d’Anglade, coautora de un estudio sobre la relación de los humanos y los cánidos a través de su dieta que publica la revista Archaeological and Anthropological Sciences.
En Can Roqueta, uno de los zorros enterrados muestra indicios de haber sido un animal doméstico
Mediante el estudio de isótopos estables de carbono y nitrógeno en el colágeno óseo, así como por estudios arqueobiológicos, arqueológicos y antropológicos, han podido comparar las dietas de los animales enterrados con sus dueños. Analizaron en total 37 cánidos, 19 ungulados domésticos y 64 humanos. Los resultados indican que la dieta de los perros era similar a la humana.
El estudio isotópico de los zorros de Minferri muestra una alimentación variada: en algunos casos parece similar a la de los perros de ese yacimiento, y en otro parece más un animal silvestre o que estuvo poco tiempo en contacto con los humanos.
“El caso del zorro de Can Roqueta es muy especial, pues se trata de un animal de edad avanzada, con una pata rota. La fractura está en proceso de curación aún, y muestra señales de haber estado inmovilizada (curada) por los humanos. La alimentación de este animal es muy particular, pues se parece más a la de los cachorritos de perro. Lo interpretamos como un animal doméstico que vivió largo tiempo con los humanos”, explica Grandal.
Perros grandes utilizados para transportar cargas
El estudio apunta que, en algunos casos particulares en Can Roqueta, hubo una preparación de comida específica, rica en cereales, para perros más grandes probablemente dedicados a transportar cargas, y para al menos uno de los zorros.
“En estos individuos también se observan patologías en la columna vertebral ligadas al transporte de objetos pesados. Seguramente se buscaba una dieta rica en carbohidratos porque desarrollaban un trabajo más activo, que requería un gasto calórico inmediato. Puede parecer extraño que a los perros se les alimente básicamente con cereales, pero esto ya lo recomienda el agrónomo hispano-romano Columela del siglo I, en su obra De re rustica”, dice Silvia Albizuri Canadell, coautora del trabajo y arqueozoóloga de la Universidad de Barcelona.
En los demás animales, como vacas, ovejas o cabras, se observa una alimentación herbívora. Probablemente su función fuera la de proveer de leche, carne o lana, y no tanto como fuerza de trabajo. “El caballo todavía no estaba extendido en esas sociedades, no se encuentra hasta épocas posteriores”, añade la científica.
La alimentación de los perros era similar a la de mujeres y niños
En general, los humanos y los perros tienen señales isotópicas algo superiores a las de los ungulados, que indican un cierto consumo (no muy elevado) de proteína animal, “no necesariamente mucha carne, podrían ser, por ejemplo, derivados de la leche”, explica Grandal. Entre los objetos arqueológicos se encontraron tamices que sirvieron como ‘queseras’.
Además, los hombres parecen haber incluido más carne que las mujeres en su dieta. En cuanto a los perros, su alimentación pudo haber sido principalmente de las sobras de lo que comían los humanos, y la mayoría era más similar a la de mujeres y niños. “Es por ello que pensamos que estaban más ligados a estos ambientes domésticos”, dice la investigadora. Existen muchos paralelismos etnográficos que indican esa relación entre mujeres y perros.
Enterramiento femenino de Minferri junto a una cabra y dos zorros. La mujer abraza al zorro hembra / Grup d'Investigació Prehistòrica, Universitat de Lleida
Enterramiento femenino de Minferri junto a una cabra y dos zorros. La mujer abraza al zorro hembra / Grup d'Investigació Prehistòrica, Universitat de Lleida
Alimentación y trato de zorros y perros
El papel fundamental de los perros durante la Edad del Bronce, cuando la ganadería constituía, junto a la agricultura, la base de la economía, fue el de la vigilancia y guía de rebaños. También se encargaban del cuidado de los poblados humanos, teniendo en cuenta el riesgo que suponía la presencia frecuente de animales peligrosos como el lobo o el oso.
“Una de las características del perro es su gran inteligencia y facilidad de aprendizaje y, sin duda, su comportamiento defensivo. Por si fuese poco, este animal fue utilizado hasta el s. XIX de nuestra era en América del Norte, Canadá y Europa para el transporte ligero sobre los lomos y en el arrastre de carros y trineos. También actuó como animal de carga en la Península durante la Edad del Bronce”, asegura Albizuri Canadell.
Los perros de Can Roqueta muestran que estos animales se utilizaron para la carga ligera desde la antigüedad
Algunos ejemplares arqueológicos de Norteamérica presentan patologías óseas que se relacionan con el arrastre de ‘travois’. Existen además relatos de los primeros colonizadores sobre el uso del perro en estas tareas por parte poblaciones indias hasta el s. XIX de nuestra era, aunque hasta hace pocos años no se habían identificado en Europa.
“Fueron los ejemplares estudiados de Can Roqueta los que hicieron saltar la señal de alarma sobre la utilización de este animal para la carga ligera desde la antigüedad, y constituyen un caso excepcional en Europa”, asegura Albizuri Canadell.
Recientemente se han identificado también patologías similares en vértebras de perros siberianos del Paleolítico que llevan a pensar que una de las primeras tareas desde su temprana domesticación fue el tiro de trineos y travois, además de la caza.
Su papel como animal de transporte en las primeras migraciones y desplazamientos humanos por la Europa glacial pudo ser fundamental y mucho más importante de lo que hasta hace poco se creía. 
J.A. Peñas
Pincha sobre la imagen para verla a mayor tamaño. / J. A. Peñas

El porqué de las ofrendas de animales

Hallazgos excepcionales, como los de la tumba 88 y 405 del yacimiento de Minferri (Lleida), ponen de manifiesto que durante la Edad del Bronce ya existían tratamientos funerarios bien diferenciados en las comunidades humanas.
“En las dos estructuras mencionadas se hallaron los restos de tres individuos junto a ofrendas de animales. En la tumba 88 había el cuerpo de un hombre anciano con los restos de una vaca entera y las patas de hasta siete cabras. También se hallaron los restos de una mujer joven con la ofrenda de una cabra entera, dos zorros y un cuerno de bovino”, relata Ariadna Nieto Espinet, arqueóloga de la Universidad de Lleida y también coautora del estudio.
La estructura 405 puso al descubierto el cuerpo de un individuo, posiblemente una mujer, acompañada de dos bovinos y dos canidos enteros. “Todavía desconocemos el motivo por el que solo algunas pocas personas habrían tenido el derecho o el privilegio de enterrarse acompañadas de este tipo de ofrendas, a diferencia de lo que ocurre con la gran mayoría de los enterramientos”, destaca la experta.
En Can Roqueta también se han observado claras diferencias en los depósitos de animales domésticos dentro de las tumbas de adultos, tanto de hombres como de mujeres, que incluso se reflejan en las tumbas infantiles. De esto se infiere la existencia de una herencia del estatus social desde el nacimiento.
“Es tentador pensar que si entendemos los animales domésticos como una parte muy importante de la economía agropastoral de la Edad del Bronce y de las pertenencias de algunas personas en vida, estos podrían ser un indicador de la riqueza del difunto o del de su clan o familia”, argumenta Nieto Espinet.
“Parece que especies como los bovinos y los cánidos, dos de los más presentes en las ofrendas funerarias, son los que jugarían un papel fundamental tanto en la economía y el trabajo como en el mundo simbólico, convirtiéndose en elementos de ostentación, prestigio y protección”, concluye.
Referencia bibliográfica:
Aurora Grandal-d’Anglade, Silvia Albizuri, Ariadna Nieto, Tona Majó, Bibiana Agustí, Natalia Alonso, Ferran Antolín, Joan B. López, Andreu Moya, Alba Rodríguez y Antoni Palomo. “Dogs and foxes in Early-Middle Bronze Age funerary structures in the northeast of the Iberian Peninsula: human control of canid diet at the sites of Can Roqueta (Barcelona) and Minferri (Lleida)” Archaeological and Anthropological Scienceshttps://doi.org/10.1007/s12520-019-00781-z
Zona geográfica: España
Fuente: SINC

Eva Rodríguez

Eva Rodríguez
Periodista y redactora de SINC especializada en información sobre ciencias naturales y sociales. 

El triclosán, presente en productos como champú es tóxico para el sistema nervioso, según un estudio

  • Una investigación de científicos chilenos asegura que el compuesto afecta seriamente a la memoria
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El triclosán, un popular antibacteriano presente en productos cotidianos como champú, dentífrico, desodorante, lavavajillas, e incluso en telas y zapatos, sería tóxico para el sistema nervioso y las neuronas, según los resultados de una investigación de científicos chilenos.
El trabajo, cuyos primeros resultados fueron publicados por la revista Frontiers in Molecular Neeuroscience, ha sido desarrollada por investigadores del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI), perteneciente a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Según informaron a Efe desde el BNI, los hallazgos del equipo, que es liderado por Genaro Barrientos, doctor en Biología Celular y Neurociencias, se suman a descubrimientos efectuados anteriormente por este investigador y otros grupos alrededor del mundo, en los que se han descrito daños por toxicidad a nivel hepático, intestinal y del músculo esquelético y cardíaco a causa del triclosán.
En otros países, como Estados Unidos y Australia, se han detectado también concentraciones de este químico en tejidos de animales y humanos.
"Considerando la evidencia existente, pensamos que es muy relevante seguir explorando este área y los efectos de este químico, ya que el uso de productos con antimicrobianos está asociado a ciertas costumbres que hoy predominan", comentó Barrientos.
Los investigadores hicieron un diseño experimental para estudiar conducta y efectos neurológicos en modelos de ratones y neuronas en cultivo.
"Lo más importante que encontramos es que el triclosán afecta la formación y procesamiento de memoria", explicó Barrientos, también investigador del Centro de Estudios en Ejercicio, Metabolismo y Cáncer, CEMC.
Las pesquisas establecieron que el triclosán alteró el funcionamiento de las neuronas, pero lo más interesante fue el resultado con los ratones: se usaron seis animales de control y otros seis de prueba que, después de tres inyecciones con un día de separación, fueron liberados en un laberinto con una recompensa en el otro extremo.
"¿El resultado? Los animales expuestos al tóxico fallaron y dieron vueltas sin sentido", precisó.
Las pruebas, indicó, demostraron que el compuesto afecta seriamente a la memoria y el sentido espacial, y lo que es peor, "no se necesitan altas concentraciones del tóxico para producir el daño".
Tras los hallazgos, la recomendación de los científicos es: "Compre jabón vulgar y silvestre, eso es suficiente".
Los estudios señalan que la orina humana presenta cerca de dos micromolares de triclosán (micromolar: concentración de una millonésima de peso molecular por litro), pero el estudio chileno apunta a que en concentraciones mil veces menores a la que se estima en las personas, los efectos ya son tóxicos.
En ese contexto, la alerta es especialmente sensible para los niños y las personas mayores, ya que el compuesto podría alterar el desarrollo y gatillar enfermedades neurodegenerativas.
El triclosán lleva mucho tiempo en el mercado y, aunque su presencia está detallada con letra chica en cada producto, pensamos que lo más óptimo sería eliminarlo.

Sobre esa base, el próximo paso de los investigadores es analizar las concentraciones de triclosán en cerebros humanos, estudio que consideran trascendental pero que aún no han podido comenzar por falta de fondos. 


colgate pasta de dientes

Su pasta de dientes contiene triclosán, pero pronto dejará de llevar esta sustancia si usa el dentífrico estrella de Colgate, según informa el periódico Cinco Días. La multinacional estadounidense prepara relanzar su buque insignia por todo lo alto, mediante un anuncio que se emitirá el próximo 3 de febrero en la SuperBowl, en Atlanta (Georgia). Pero el triclosán también está presente en los productos de limpieza del hogar, el desodorante, los artículos de belleza y el colutorio. ¿Por qué no desaparece también de estos productos? ¿Es tan malo para la salud como afirman algunos grupos de consumidores?

El triclosán es un potente compuesto químico usado como conservante que nos protege de infecciones bacterianas, por un lado, pero puede resultar dañino para nuestra salud y el medio ambiente, por el otro. De hecho, se encuentra actualmente en el punto de mira del Comité Científico para la Seguridad del Consumidor de la Comisión Europea (SCCS) y de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
¿Pero puede envenenarme el dentífrico? La concentración máxima de este químico permitida por la Unión Europea es del 0,3% para la pasta de dientes y otros productos cosméticos (jabones de manos, desodorantes —no aerosoles—, jabones corporales y geles de ducha, polvos compactos, maquillajes, productos para la higiene de uñas previos a la aplicación de uñas artificiales), y del 0,2% para los enjuagues bucales. Se trata de medidas que, al menos en la evidencia actual, se considera seguras para la salud.
Y aquí llegamos a la polémica: esta sustancia química se acumula hasta superar con creces los niveles recomendados. Así lo alerta un estudio elaborado por químicos ambientales de la Universidad de Massachussets Amherst, y publicado en Environmental Science & Technology en octubre: la acumulación de triclosán en las cerdas cepillos de dientes puede llegar a multiplicar por 7 y hasta por 12,5 veces la dosis habitual a la que nos exponemos con el uso diario de un dentífrico con este ingrediente.

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Puede alterar la tiroides y los estrógenos

Pero no solo eso: la exposición al triclosán persiste a las dos semanas de haber cambiado a un dentífrico sin esta sustancia. Los autores de la investigación subrayan que la exposición prolongada al triclosán puede alterar las hormonas.
De momento, no está claro que suponga un peligro para la salud, pero tampoco lo contrario. "En la actualidad los estudios son insuficientes", explica Isabel Vicent, farmacéutica comunitaria de Valencia. "Hay investigaciones en animales que demuestran que la exposición a elevadas dosis de este químico provoca una disminución en los niveles de ciertas hormonas tiroideas, responsables de regular el metabolismo, pero falta confirmarlo en humanos, teniendo en cuenta que no ingerimos altas dosis de triclosán durante un corto periodo de tiempo [como ocurre en los experimentos con animales], sino dosis bajas durante un tiempo continuado. Se necesitan estudios en humanos que reproduzcan de forma fiel las condiciones reales del uso de triclosán".
En estudios biológicos, se ha encontrado que el triclosán tiene actividad como disruptor endocrino. "Actúa sobre sistemas hormonales, especialmente sobre los estrógenos, que son las hormonas femeninas (aunque también están en los individuos del sexo masculino)", apunta el químico Bernardo Herradón, investigador científico en el Instituto de Química Orgánica General (IQOG) del CSIC. Y añade: "Desde el punto de vista estructural, encontrar esta actividad no es sorprendente, ya que el triclosán tiene las características de sustancias estrógenas".
Los investigadores de Massachussets alertan además de que esta sustancia puede acabar en el medio ambiente si se desechan los cepillos de dientes contaminados. A lo que Vicent añade: "Otros estudios apuntan la posibilidad de que su uso podría contribuir a la aparición de resistencia a antibióticos y tener un impacto negativo sobre el medio ambiente acuático".
"El estudio habla de la acumulación de triclosán en los cepillos de dientes debido a su uso continuado y a una falta de limpieza adecuada", matiza. Aún así, "en la farmacia podrán asesorarnos sobre pastas de dientes y colutorios libres de triclosán para utilizar hasta que se disipen las dudas sobre este molécula".

Si puede ser peligroso, ¿por qué se usa?

El triclosán se ha utilizado como conservante en productos cosméticos por sus propiedades antibacterianas para impedir el deterioro del producto. "En la pasta de dientes, ha demostrado ser efectivo para reducir la placa bacteriana, la gingivitis y el sangrado de encías. Estas características también justifican su uso en colutorios con tales fines", indica esta farmacéutica.
En efecto, un metaanálisis de 2015 publicado en International Journal of Dental Hygiene confirmaba la mayor eficacia de las pastas de dientes con triclosánfrente a las de flúor convencional en la reducción de placa y de gingivitis. SU propiedad más importante corresponde a su acción como agente antimicrobiano, por lo que puede usarse para tratar o prevenir enfermedades causadas por bacterias y otros microorganismos.
"Se puede considerar un fármaco, pero su uso principal es como aditivo en algunos cosméticos por su función de biocida —que neutraliza la acción de cualquier organismo nocivo para el hombre— y bacteriostático —que impide la reproducción de las bacterias—, evitando infecciones frecuentes en intervenciones dentales o por un mal cuidado de la dentadura", describe el químico Bernardo Herradón.

Qué pasa cada vez que eliminamos un conservante

No solo en Europa existen restricciones al triclosán. "En Estados Unidos, la FDA ha revisado recientemente el uso de esta sustancia y sus consecuencias y ha solicitado la realización de estudios científicos exhaustivos sobre este y otros 23 ingredientes utilizados de forma habitual como antisépticos en productos para la higiene bucal", recuerda Vicent.
"El reglamento se modifica a medida que se averiguan datos nuevos sobre los ingredientes", explica el químico Justo Giner, profesor de la Universidad Internacional de La Rioja y en la Universidad Isabel I. "Hay componentes que hoy están permitidos pero que podrían prohibirse en el futuro si se demuestra que son un riesgo para la salud".
Pero estas prohibiciones encierran también un riesgo: "Aunque es cierto que existen alternativas, la lista de conservantes no es demasiado amplia y cada vez se está acortando más, con lo que no es conveniente eliminar otro conservante de la lista positiva. Si restringimos el número de conservantes permitidos sin un buen motivo, y usamos siempre los mismos, se acabará generando resistencia microbiana a estos, y aumentará el número de reacciones alérgicas a los conservantes usados".

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¿Cuánto es mucho triclosán?

Pero, ¿debe ser motivo de preocupación la presencia del triclosán en nuestra pasta de dientes? Aunque su uso se considera seguro para la salud según la evidencia actual, el debate surge no obstante por su uso abusivo, por la exposición acumulada al usar diferentes productos cotidianos con triclosán al mismo tiempo.
“Es necesario reflexionar si es necesaria la presencia de triclosán en todos estos productos y si existen alternativas más seguras, que no representen ningún riesgo para los seres humanos o los ecosistemas. Al usar estos productos con triclosán, este se absorbe por la piel, mucosas, ingestión y posiblemente también por inhalación", advierte el químico Giner.
Y añade: "Es la sobreexposición al triclosán lo que lleva a considerar un posible riesgo de lesiones por contacto a largo plazo, algo que aún se desconoce en estudios clínicos. El uso de triclosán es tan común que es posible detectar su presencia en humanos —en muestras de sangre, orina y leche materna—, por lo que es motivo de preocupación y merece un mayor estudio, no hay suficiente evidencia que demuestre la seguridad de su uso diario a largo plazo”.

Fíjese si su producto se vende como "acción total"

La clave está en usar la pasta de dientes con triclosán solo cuando sea necesaria con prescripción del médico o el odontólogo, y dejarla cuando se haya pasado la infección o el riesgo de tenerla. "Un consejo es que solo se use una pasta de dientes con esta sustancia —o un colutorio, ya que en España se usan muchos colutorios y algunos contienen triclosán o clorhexidina (otro bactericida con efectos similares)— cuando sea necesario, en la mínima cantidad y en el tiempo más corto posible”, recomienda Herradón.
Tras revisar las pastas de dientes que usa habitualmente, Herradón confiesa que no tiene ninguna que contenga triclosán. "He buscado en Internet la composición de pastas de dientes de los fabricantes más importantes y la mayoría de sus productos no contienen triclosán. Sólo contienen triclosán las que están etiquetadas como ‘acción total’ o similares y contienen alrededor del 0,3%, que, si no se ingiere, no supone un peligro para la salud (siempre sin abusar). En Estados Unidos y en el Reino Unido se usan muchas pastas de dientes ‘acción total’ y por eso el artículo de Environmental Science & Technology ha tenido tanta repercusión. En España no es un gran problema", concluye este químico. colgate pasta de dientes
Su pasta de dientes contiene triclosán, pero pronto dejará de llevar esta sustancia si usa el dentífrico estrella de Colgate, según informa el periódico Cinco Días. La multinacional estadounidense prepara relanzar su buque insignia por todo lo alto, mediante un anuncio que se emitirá el próximo 3 de febrero en la SuperBowl, en Atlanta (Georgia). Pero el triclosán también está presente en los productos de limpieza del hogar, el desodorante, los artículos de belleza y el colutorio. ¿Por qué no desaparece también de estos productos? ¿Es tan malo para la salud como afirman algunos grupos de consumidores?

El triclosán es un potente compuesto químico usado como conservante que nos protege de infecciones bacterianas, por un lado, pero puede resultar dañino para nuestra salud y el medio ambiente, por el otro. De hecho, se encuentra actualmente en el punto de mira del Comité Científico para la Seguridad del Consumidor de la Comisión Europea (SCCS) y de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

¿Pero puede envenenarme el dentífrico? La concentración máxima de este químico permitida por la Unión Europea es del 0,3% para la pasta de dientes y otros productos cosméticos (jabones de manos, desodorantes —no aerosoles—, jabones corporales y geles de ducha, polvos compactos, maquillajes, productos para la higiene de uñas previos a la aplicación de uñas artificiales), y del 0,2% para los enjuagues bucales. Se trata de medidas que, al menos en la evidencia actual, se considera seguras para la salud.

Y aquí llegamos a la polémica: esta sustancia química se acumula hasta superar con creces los niveles recomendados. Así lo alerta un estudio elaborado por químicos ambientales de la Universidad de Massachussets Amherst, y publicado en Environmental Science & Technology en octubre: la acumulación de triclosán en las cerdas cepillos de dientes puede llegar a multiplicar por 7 y hasta por 12,5 veces la dosis habitual a la que nos exponemos con el uso diario de un dentífrico con este ingrediente.

Puede alterar la tiroides y los estrógenos
Pero no solo eso: la exposición al triclosán persiste a las dos semanas de haber cambiado a un dentífrico sin esta sustancia. Los autores de la investigación subrayan que la exposición prolongada al triclosán puede alterar las hormonas.

De momento, no está claro que suponga un peligro para la salud, pero tampoco lo contrario. "En la actualidad los estudios son insuficientes", explica Isabel Vicent, farmacéutica comunitaria de Valencia. "Hay investigaciones en animales que demuestran que la exposición a elevadas dosis de este químico provoca una disminución en los niveles de ciertas hormonas tiroideas, responsables de regular el metabolismo, pero falta confirmarlo en humanos, teniendo en cuenta que no ingerimos altas dosis de triclosán durante un corto periodo de tiempo [como ocurre en los experimentos con animales], sino dosis bajas durante un tiempo continuado. Se necesitan estudios en humanos que reproduzcan de forma fiel las condiciones reales del uso de triclosán".

En estudios biológicos, se ha encontrado que el triclosán tiene actividad como disruptor endocrino. "Actúa sobre sistemas hormonales, especialmente sobre los estrógenos, que son las hormonas femeninas (aunque también están en los individuos del sexo masculino)", apunta el químico Bernardo Herradón, investigador científico en el Instituto de Química Orgánica General (IQOG) del CSIC. Y añade: "Desde el punto de vista estructural, encontrar esta actividad no es sorprendente, ya que el triclosán tiene las características de sustancias estrógenas".

Los investigadores de Massachussets alertan además de que esta sustancia puede acabar en el medio ambiente si se desechan los cepillos de dientes contaminados. A lo que Vicent añade: "Otros estudios apuntan la posibilidad de que su uso podría contribuir a la aparición de resistencia a antibióticos y tener un impacto negativo sobre el medio ambiente acuático".

"El estudio habla de la acumulación de triclosán en los cepillos de dientes debido a su uso continuado y a una falta de limpieza adecuada", matiza. Aún así, "en la farmacia podrán asesorarnos sobre pastas de dientes y colutorios libres de triclosán para utilizar hasta que se disipen las dudas sobre este molécula".

Si puede ser peligroso, ¿por qué se usa?
El triclosán se ha utilizado como conservante en productos cosméticos por sus propiedades antibacterianas para impedir el deterioro del producto. "En la pasta de dientes, ha demostrado ser efectivo para reducir la placa bacteriana, la gingivitis y el sangrado de encías. Estas características también justifican su uso en colutorios con tales fines", indica esta farmacéutica.

En efecto, un metaanálisis de 2015 publicado en International Journal of Dental Hygiene confirmaba la mayor eficacia de las pastas de dientes con triclosán frente a las de flúor convencional en la reducción de placa y de gingivitis. SU propiedad más importante corresponde a su acción como agente antimicrobiano, por lo que puede usarse para tratar o prevenir enfermedades causadas por bacterias y otros microorganismos.

"Se puede considerar un fármaco, pero su uso principal es como aditivo en algunos cosméticos por su función de biocida —que neutraliza la acción de cualquier organismo nocivo para el hombre— y bacteriostático —que impide la reproducción de las bacterias—, evitando infecciones frecuentes en intervenciones dentales o por un mal cuidado de la dentadura", describe el químico Bernardo Herradón.

Qué pasa cada vez que eliminamos un conservante
No solo en Europa existen restricciones al triclosán. "En Estados Unidos, la FDA ha revisado recientemente el uso de esta sustancia y sus consecuencias y ha solicitado la realización de estudios científicos exhaustivos sobre este y otros 23 ingredientes utilizados de forma habitual como antisépticos en productos para la higiene bucal", recuerda Vicent.

"El reglamento se modifica a medida que se averiguan datos nuevos sobre los ingredientes", explica el químico Justo Giner, profesor de la Universidad Internacional de La Rioja y en la Universidad Isabel I. "Hay componentes que hoy están permitidos pero que podrían prohibirse en el futuro si se demuestra que son un riesgo para la salud".

Pero estas prohibiciones encierran también un riesgo: "Aunque es cierto que existen alternativas, la lista de conservantes no es demasiado amplia y cada vez se está acortando más, con lo que no es conveniente eliminar otro conservante de la lista positiva. Si restringimos el número de conservantes permitidos sin un buen motivo, y usamos siempre los mismos, se acabará generando resistencia microbiana a estos, y aumentará el número de reacciones alérgicas a los conservantes usados".
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¿Cuánto es mucho triclosán?
Pero, ¿debe ser motivo de preocupación la presencia del triclosán en nuestra pasta de dientes? Aunque su uso se considera seguro para la salud según la evidencia actual, el debate surge no obstante por su uso abusivo, por la exposición acumulada al usar diferentes productos cotidianos con triclosán al mismo tiempo.
“Es necesario reflexionar si es necesaria la presencia de triclosán en todos estos productos y si existen alternativas más seguras, que no representen ningún riesgo para los seres humanos o los ecosistemas. Al usar estos productos con triclosán, este se absorbe por la piel, mucosas, ingestión y posiblemente también por inhalación", advierte el químico Giner.

Y añade: "Es la sobreexposición al triclosán lo que lleva a considerar un posible riesgo de lesiones por contacto a largo plazo, algo que aún se desconoce en estudios clínicos. El uso de triclosán es tan común que es posible detectar su presencia en humanos —en muestras de sangre, orina y leche materna—, por lo que es motivo de preocupación y merece un mayor estudio, no hay suficiente evidencia que demuestre la seguridad de su uso diario a largo plazo”.

Fíjese si su producto se vende como "acción total"
La clave está en usar la pasta de dientes con triclosán solo cuando sea necesaria con prescripción del médico o el odontólogo, y dejarla cuando se haya pasado la infección o el riesgo de tenerla. "Un consejo es que solo se use una pasta de dientes con esta sustancia —o un colutorio, ya que en España se usan muchos colutorios y algunos contienen triclosán o clorhexidina (otro bactericida con efectos similares)— cuando sea necesario, en la mínima cantidad y en el tiempo más corto posible”, recomienda Herradón.

Tras revisar las pastas de dientes que usa habitualmente, Herradón confiesa que no tiene ninguna que contenga triclosán. "He buscado en Internet la composición de pastas de dientes de los fabricantes más importantes y la mayoría de sus productos no contienen triclosán. Sólo contienen triclosán las que están etiquetadas como ‘acción total’ o similares y contienen alrededor del 0,3%, que, si no se ingiere, no supone un peligro para la salud (siempre sin abusar). En Estados Unidos y en el Reino Unido se usan muchas pastas de dientes ‘acción total’ y por eso el artículo de Environmental Science & Technology ha tenido tanta repercusión. En España no es un gran problema", concluye este químico.