domingo, 25 de octubre de 2015

En busca del Planeta X, más allá de los confines del sistema solar.


En busca del Planeta X

Descubrimientos recientes han vuelto a poner sobre la mesa la posibilidad de que el Sistema Solar albergue otros planetas gigantes.

Así se vería el sistema solar desde Sedna
Así se vería el sistema solar desde Sedna 



Decir Planeta X es entrar en la dimensión desconocida. Bajo este apelativo suelen englobarse cuerpos celestes que ya deberían haber provocado el fin del mundo en varias ocasiones, incluyendo el inexistente planeta Nibiru, protagonista del tan famoso como ficticio Apocalipsis Maya en 2012. La idea de un masivo objeto espacial próximo a nosotros, pero desconocido y a menudo amenazante, ha alimentado la fantasía de escritores y guionistas, ha seducido incluso a Lars von Trier en su Melancolía (2011) y ha alimentado apocalípticas teorías de la conspiración.
Quizá lo sorprendente es que el concepto de Planeta X procede originalmente del dominio de la ciencia real. A comienzos del siglo XX el astrónomo aficionado Percival Lowell, que dilapidó su credibilidad defendiendo la existencia de canales artificiales en Marte, sostuvo que un planeta desconocido provocaba anomalías en las órbitas de Urano y Neptuno. Aunque décadas después se reveló que no había tales anomalías, sino simples errores de cálculo, la idea de Lowell espoleó una búsqueda que en 1930 conduciría al descubrimiento de Plutón.
Hoy sabemos que el Planeta X, tal como Lowell lo definió, no existe. Pero el término ha cuajado para designar cualquier presunto planeta del Sistema Solar de cuya existencia no tenemos noticia. Y pese a que esta posibilidad ha sido cuestionada a lo largo de las décadas, lo cierto es que hoy sigue vigente. Y en esta ocasión, con fundamento científico sólido.

NÉMESIS, LA "ESTRELLA DE LA MUERTE"

Desechada la propuesta de Lowell, la idea resurgió en 1977, pero en forma de estrella. Aquel año el astrónomo británico Edward Robert Harrison publicó un artículo en la revista Nature en el que formulaba una intrigante pregunta: "¿Tiene el Sol una estrella compañera?". Harrison explicaba ciertas anomalías en algunos púlsares planteando que nuestro Sol formaba parte de un sistema binario, como el del planeta Tatooine en la saga Star Wars.
Siete años después, los paleontólogos David Raup y John Sepkoski publicaban un estudio (PDF) en el que descubrían una asombrosa regularidad en las extinciones masivas acaecidas en la Tierra en los últimos 250 millones de años. Según estos dos científicos, dichas extinciones se sucedieron cada 26 millones de años, como un reloj de cuco cósmico. Raup y Sepkoski no podían explicar la causa, pero sugerían "fuerzas extraterrestres".
La hipótesis de Harrison y las observaciones de Raup y Sepkoski no tardaron en fundirse en una misma teoría. En 1984 dos equipos de astrónomos proponían independientemente que la estrella compañera del Sol, probablemente una enana roja o marrón, circulaba en una órbita muy amplia que cada 26 millones de años atravesaba la nube de Oort, una masa de millones de objetos dispersos que envuelve al Sistema Solar.
La hipotética estrella fue denominada Némesis, en honor a la diosa griega que castigaba la arrogancia, y su distancia del Sol se estimó en 1,5 años luz, o 95.000 Unidades Astronómicas (UA, la distancia de la Tierra al Sol). Según expone a EL ESPAÑOL el astrónomo de la Universidad de Luisiana (EEUU) Daniel Whitmire, uno de los autores de aquellos estudios, las extinciones se explicarían por "lluvias de cometas, producidas cuando Némesis pasa a través de la nube de Oort, dispersando cometas hacia el interior del Sistema Solar".
Las extinciones se explicarían por lluvias de cometas, producidas cuando Némesis pasa a través de la nube de Oort, dispersando cometas hacia el interior del Sistema Solar
La periodicidad de las extinciones fue confirmada en 2010 y en 2014 por el físico Adrian Melott y el paleobiólogo Richard Bambach. Ambos ampliaron la investigación original con nuevos datos que mostraban una regularidad de 27 millones de años durante los últimos 500 millones de años, el doble que en el estudio de Raup y Sepkoski. "Que yo sepa, en varios años no ha habido estudios publicados que nieguen la periodicidad", confirma Melott a este diario.
Pero una cosa es que las extinciones se hayan sucedido regularmente, y otra que Némesis pudiera ser la causa. Esta hipótesis recibió un jarro de agua fría cuando los cálculos indicaron que, de existir la "estrella de la muerte", los efectos de la gravedad galáctica perturbarían su órbita, retrasando su paso por la nube de Oort un poco más en cada vuelta. Es decir, que las extinciones deberían ir distanciándose en el tiempo, algo que no ha ocurrido. El tiro de gracia a Némesis lo han asestado las observaciones del cielo con potentes telescopios de infrarrojos que no han detectado su presencia. En 2013, los datos de la sonda WISE de la NASA revelaron miles de nuevas estrellas, incluyendo muchas enanas marrones lejos del Sistema Solar; pero ni rastro de una compañera del Sol.

MISTERIO EN LA NUBE DE OORT

Según precisa a EL ESPAÑOL Kevin Luhman, astrónomo de la Universidad Penn State (EEUU) que analizó los datos de WISE, los resultados no solo refutan la existencia de una estrella, sino también de "planetas del tamaño de Saturno hasta una distancia de 10.000 UA, o del tamaño de Júpiter hasta 26.000 UA". Las observaciones de WISE derriban también otra versión del Planeta X conocida como Tyche o Tique, una especie de hermano bueno de Némesis: un planeta gaseoso gigante presuntamente situado en la nube de Oort y que no provocaría extinciones en masa, pero que explicaría la dinámica de ciertos cometas.
Con todo, Luhman admite la posibilidad de que existan planetas mayores que la Tierra, aunque menores que Saturno, en la región lejana del Sistema Solar. "Planetas como estos serían demasiado pequeños y tenues para que los detectara el rastreo que realicé con WISE", advierte. Y uno de estos objetos más pequeños y cercanos podría también explicar las extinciones regulares.
Así se imagina la NASA el planeta enano Sedna
Así se imagina la NASA el planeta enano Sedna 
En 1985 Whitmire y su colega John Matese sugerían en Nature la existencia de un Planeta X de hasta cinco veces la masa de la Tierra a una distancia del Sol de hasta 100 UA. Este planeta podría provocar las extinciones periódicas, no debido a su circulación como en el caso de Némesis, sino por el desplazamiento de su órbita completa que interferiría con los cometas del cinturón de Kuiper, una faja de asteroides situada más allá de Neptuno. Para Melott, esta idea del Planeta X "parece una explicación viable para las extinciones regulares cada 27 millones de años". Recientemente, Whitmire ha reunido y actualizado los detalles sobre esta hipótesis en un estudio que se publicará en la revista MNRAS Letters, aunque "el modelo básico no ha cambiado desde hace 30 años; es la última teoría que sigue en pie", apunta.
Uno de los argumentos que apoya esta última versión del Planeta X es el extraño movimiento de ciertos cuerpos del Sistema Solar, la misma pista que guió a Lowell hace un siglo. Solo que en este caso no hay errores de cálculo: el planeta enano Sedna, descubierto en 2003 y ubicado en la nube de Oort, tiene una órbita absurda, alargada y excéntrica; tan aberrante que su codescubridor, el astrónomo de Caltech Mike Brown, dijo: "Sedna no debería estar ahí. No hay manera de poner a Sedna donde está". Su trayectoria solo podría justificarse si otro gran objeto lo hubiera arrastrado. En 2012 se halló un segundo caso similar, un planetoide llamado 2012 VP113. Para ambas anomalías, la hipótesis del Planeta X venía como anillo al dedo.

EN BUSCA DE LOS PLANETAS X E Y

Quien ha colocado este anillo en su dedo es el astrónomo de la Universidad Complutense de Madrid Carlos de la Fuente Marcos. En 2014 y junto a su hermano Raúl, también astrónomo, De la Fuente Marcos publicódostrabajos en la revista MNRAS Letters que atribuían las anomalías orbitales de los objetos transneptunianos como Sedna y 2012 VP113 a la existencia de al menos dos grandes planetas más allá de Plutón, a distancias del Sol de 200 y 250 UA, respectivamente. "La explicación más simple es que la influencia gravitatoria de algo los ha mantenido [a los objetos transneptunianos] de esa forma desde la formación del Sistema Solar", expone De la Fuente Marcos a EL ESPAÑOL.
"Sorprendentemente o no, nuestro trabajo no ha recibido críticas negativas", comenta el astrónomo, que añade: "Parece que nuestros resultados se consideran robustos, al menos dentro del contexto de los datos disponibles". De hecho, los descubridores de 2012 VP113 ya insinuaron la existencia de una súper-Tierra diez veces más pesada que nuestro planeta a unas 250 UA del Sol. Y según confirma a este diario el astrofísico Scott Tremaine, del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton (EEUU) y experto en dinámica galáctica y del Sistema Solar, planetas como estos "podrían ser una consecuencia natural del proceso que formó el Sistema Solar".
Planetas como estos podrían ser una consecuencia natural del proceso que formó el Sistema Solar
No obstante, De la Fuente Marcos reconoce que existen otras posibilidades; por ejemplo, que el paso casual de una estrella cercana en los primeros tiempos del Sistema Solar hubiera alterado para siempre las órbitas de Sedna y 2012 VP113.
Por el momento, la confirmación de si existe un Planeta X, o varios, deberá esperar. "Si se descubren nuevos ETNOs [Objetos TransNeptunianos Extremos], sería posible refinar las predicciones y realizar una búsqueda mejor definida y más eficiente", señala De la Fuente Marcos. Por su parte, Luhman cree que tales planetas podrían descubrirse a las distancias predichas por los astrónomos españoles, pero no mucho más lejos: "Un planeta más allá de unas 1.000 UA no sería detectable con ninguno de los telescopios existentes o planeados". Las mayores esperanzas están ahora depositadas en el Large Synoptic Survey Telescope (LSST), un observatorio que EEUU construye en el norte de Chile y que estará plenamente operativo en 2022. Según Tremaine, este telescopio "rastreará una gran parte del cielo con sensibilidad suficiente para detectar el planeta propuesto".
Y por si a alguien le preocupan las extinciones periódicas cada 27 millones de años, podemos estar tranquilos: según Melott y Bambach, el último pico se produjo hace solo 11 millones de años, así que aún queda tiempo para el siguiente. Si no fuera porque, según los científicos, actualmente estamos asistiendo a una nueva extinción masiva cuya causa no se llama Némesis ni Planeta X, sino Homo sapiens.

Fuente:
http://www.elespanol.com/innovacion/20151023/73742677_0.html

6 razones para jugar afuera cuando llueve o hace mal tiempo

CH3 JUGAR cuando llueve o hace frío

6 razones para jugar afuera cuando llueve o hace frío

A veces me pregunto cómo puede ser que en un país con el nuestro, al sur de Europa, en el que gran parte del año hace buena temperatura, los niños salgan menos a la calle que en los países nórdicos. Especialmente cuando llueve o hace frío… las calles quedan desiertas de niños. Y, aunque parezca contradictorio o extraño… creo que ese es precisamente el quid de la cuestión, estamos acostumbrados al buen tiempo y en cuanto caen 4 gotas nos encerramos en casa.
El 50% de mi ADN es holandés y he podido comprobar que en ese país, Holanda, los niños están muchísimo más tiempo en el exterior que aquí. Usan menos coche, van siempre en bici incluso cuando llueve, juegan en los parques estén mojados, secos, haga frío o calor… se trata sencillamente de ir vestido adecuadamente y dejar los miedos a los resfriados a un lado (más adelante te digo el porqué).
Es posible que pienses, sobre todo si vives en zonas poco lluviosas de la Península, que para qué van a salir los niños cuando llueve o hace mucho frío, total, son pocos días al año, ya saldrán cuando haga sol. Pero creo sinceramente que es importante que salgan a fuera haga el tiempo que haga, ello les hace más resilientes y adaptables a los cambios en la vida. “Vaya, ¿hoy llueve? Síiiii, bieeen, llueve, podremos saltar charcos, pintar con barro, mojarnos la cara con agua de la lluvia…“. Los niños aprenden así a ver el lado positivo de los cambios de las situaciones, en este caso, el lado positivo de las inclemencias del tiempo.
Jugar afuera cuando llueve o hace frío 1
¿PERO QUÉ BENEFICIOS TIENE SALIR AFUERA CUANDO LLUEVE O HACE FRÍO?
1. DA LA OPORTUNIDAD A LOS NIÑOS AUTORREGULARSE. Favorecer que los niños jueguen en el exterior en cualquier época del año permite a los más pequeños sentir el frío y el calor, valorar si van demasiado abrigados o demasiado poco, aprendiendo así a vestirse por sí mismos para cada estación.
Además, hace poco leí (no recuerdo dónde, lo siento mucho) que cuando llueve es importante no decir inmediatamente a los niños “coge el paraguas para salir”. Con anunciar que llueve es bastante. Ellos pensarán, entonces, que necesitan un paraguas, un chubasquero, botas… Si deciden salir sin nada, probablemente comprobarán que se están mojando y volverán a buscar lo que necesitan. Es una forma de potenciar su autonomía y de darles la oportunidad de empezar a cuidarse por sí solos.
2. LOS NIÑOS SE VUELVEN MÁS ADAPTABLES Y RESILIENTES. Los estudios que han valorado el aprendizaje en las escuelas del bosque concluyen que el hecho de que los niños desarrollen gran parte del día al aire libre, con independencia de las condiciones metereológicas, hace que éstos sean más resilientes y se adapten mejor a los cambios de la vida, pues aprenden a jugar y desarrollarse aunque las condiciones externas sean cambiantes. Puedes leer más sobre ello aquíaquí.
3. FOMENTA LA CREATIVIDAD. En un día de lluvia se pueden hacer cosas distintas y las de siempre, se pueden hacer de otra forma. Se dibuja mejor con tronquitos sobre un suelo de tierra mojada que sobre uno seco, por ejemplo.
¿Y qué me decís de la nieve? ¿Cuántas cosas se pueden hacer con ella? Se pueden construir muñecos de nieve, iglús… ¿Y qué sensaciones ofrece? ¡Eso es algo que no se puede perder ningún niño!
collage jugar afuera cuando llueve o hace frio
4. APRECIAR MEJOR LOS CAMBIOS DE ESTACIONES. Últimamente hay una legión de niños que pasan de casa a la escuela, de la escuela a extraescolares y de ahí a casa de nuevo. Apenas han pisado la calle y mirado hacia el cielo. Viven los cambios de las estaciones a través de los clichés típicos que se transmiten en la escuela o en la decoración de los establecimientos… ¿pero de verdad observan que sucede ahí fuera?
Hay un montón de preguntas qué hacerse al aire libre, para aprender sobre las estaciones. Por ejemplo:
¿Sólo hay hojas marrones en otoño? ¿O sigue habiendo pinos verdes?
¿Cómo sobreviven los animales al invierno? ¿Qué comen? ¿Los hay que duermen hasta primavera?
¿En invierno siempre hace frío o al mediodía puede salir un sol calentito?
¿En qué época del año usan más las botas de lluvia?
lluvia 1
5. SE FORTALECE SU SISTEMA INMUNOLÓGICO Y LES PROTEGE DE LOS VIRUS. ¿Sabías que realmente el frío no enferma? Precisamente uno de los motivos que hace que los niños enfermen más en invierno es el hecho de estar encerrados mucho tiempo con otros niños en espacios cerrados y con menor ventilación que en verano. Es un caldo de cultivo estupendo para la propagación de virus. Te enlazo aquí un artículo del blog Bebés y más que habla especialmente sobre el frío y los niños.
Pasar frío sí puede hacer bajar nuestras defensas y entonces somos más vulnerables a los virus, pero si salimos a fuera en invierno bien abrigados no hay que temer (hablo de niños sanos y como norma general). En breve te explico cómo nos vestimos en casa para jugar bajo la lluvia o en el frío.
6. POTENCIA QUE LOS NIÑOS HAGAN EJERCICIO. Ello les ayuda a dormir mejor, reduce la obesidad infantil y mejora el sistema inmune. ¿Qué más se puede pedir?
En resumen, aprovechar la oportunidad que nos brindan los cambios de estaciones para favorecer que nuestros hijos salgan afuera y aprendan a adaptarse a ellos es una gran idea. Los peques serán más resilientes y positivos en la vida. Además, vivimos en un país estupendo, sin el frío realmente peligroso que puede hacer en otras zonas del planeta, pero ni que ese fuera el caso… “los niños crecen sanos alrededor del mundo, vivan en el polo norte, vivan en el desierto o en los trópicos, y lo hacen estupendamente”, como dice Andrew McMartin, deWildearth.org. Se trata de aprender a valorar cada situación y vestirse adecuadamente.
Espero que os animéis a salir con vuestros peques haga frío o llueva y no por ninguna de las 6 razones anteriores, sino por otra más importante todavía: ¡estrecharéis lazos saltando juntos los charcos más grandes que encontréis! ¿Te atreves a calzarte botas de agua de nuevo? 😉
Abrazo,
Clara

lunes, 12 de octubre de 2015

Como cuidar tu palmera :")

Trastornos o Fisiopatías de las palmeras



En 2 páginas repasamos los trastornos, también llamados Fisiopatías, referidos a las palmeras. Son la mayoría de males no causados ni por plagas ni por enfermedades.

1. Aclimatación
2. Exceso de riego
3. Falta de riego
4. Humedad ambiental
5. Frío
6. Quemaduras solares
7. Falta de luz
8. Viento
9. Granizo
10. Exceso de Nitrógeno
11. Exceso de estiércol
12. Suelo malo
13. Suelo salino
14. Riego con agua salina
15. Daños en raíces por labrar
16. Tratamientos fitosanitarios mal realizados
17. Otros trastornos

18. Carencias de nutrientes
19. Salpicado amarillo
20. Albinismo
21. Muerte hapaxantica
22. Marchitez producida por cables de alta tensión
23. Daños producidos por los aspersores
24. Trasplantes




1. Aclimatación

Cuando se compra una palmera y se coloca en una ubicación distinta a la que tenía en la tienda o vivero, debe aclimatarse al lugar y esta circunstancia produce cierto decaimiento.

Lo ideal es no producir grandes cambios respecto a la tienda, de otro modo, la planta podría perder hojas, detener su crecimiento e incluso morir.

2. Exceso de riego 

riego

Regar en demasía provoca la asfixia radicular y pudrición de las raíces.

Síntomas: hojas amarillas y podredumbre en el cuello, blando a ras de suelo...

Una plantación muy profunda pueden provocar esta asfixia radicular y la muerte de la palmera. Suelos muy arcillosos o macetas sin agujero de drenaje, también.

Planta las palmeras en substratos muy drenantes.

Riega lo necesario, ni mucho ni poco.

Mejora el drenaje. En los suelos mal drenados aporta una cantidad importante de arena y grava además de colocar tubos de drenaje alrededor del cepellón para facilitar la ventilación radicular; este mismo sistema lo podemos utilizar en palmeras que se tengan que plantar excesivamente profundas.

3. Falta de riego 

sequedad Palmera seca

Es el caso contrario al anterior: una palmera que está pasando sed.

Este síntoma se observa por la reducción del crecimiento y necrosis de los extremos de los folíolos.

Decir que por regla general las palmeras bien establecidas y enraizadas toleran relativamente bien la sequía.

En palmeras en macetas, por ejemplo, en interior, no dejes secar el sustrato, ya que las hojas amarillearían.

Consejos sobre Areca y para palmeras tropicales: no regar con agua muy fría del grifo, entibiarla antes.

4. Humedad ambiental 

 Síntomas de sequedad ambiental 

Las masas de aire caliente y con baja humedad son un auténtico secador para las plantas, se marchitan.

Una ola de calor es una masa de aire que se desplazan con baja humedad y temperatura de 40ºC o más.

Por ejemplo, las Wachintonias, con temperaturas altas y humedad baja, sufren el llamado "asurado", y con las hojas jóvenes recién abiertas, éstas pueden marchitarse. Las hojas dañadas protegen a las otras.

En estas situaciones, relativamente frecuentes en verano, mantén palmeras y jardín bien regado y pulveriza por encima con regularidad.

En interiores el tema de la humedad del aire es muy importante.

Las fluctuaciones de humedad ambiental que se producen en interiores debido a la calefacción, corrientes de aire o aire acondicionado, provocan deshidratación y decaimiento general en la planta.

La calefacción seca el aire y puede poner las hojas amarillas. Por ejemplo, el Cocotero o Coco (Cocos nucifera) necesita un ambiente húmedo.

El ambiente seco pone las puntas de las hojas marrones. Ejemplo: Chamaedorea, Camaedorea (Chamaedorea elegans). También favorece la aparición de Araña roja.

En verano pulveriza diariamente con agua. Durante el resto del año, al menos 1 vez a la semana.

Para lograr un microclima adecuado, complementa con humidificadores o colocando la maceta sobre un recipiente con guijarros mojados.

5. Frío 

Palmera helada Palmera helada

El frío del invierno, los vientos polares pueden producir daños importantes en palmeras.

La resistencia a las bajas temperaturas es muy variable según especies y factores. Por ejemplo, son más resistentes las palmeras adultas que las jóvenes.

En la Palmera azul (Brahea armata = Erythea armata) con temperaturas bajas y humedad alta, aparecen punteaduras y moteado en las hojas.

Protección del frío

En prevención de posibles heladas se hará una aportación al suelo de sulfato potásico en otoño para lograr un endurecimiento de las plantas y/o sulfato de manganeso, para evitar en lo posible una carencia en este elemento, inducida por la baja actividad que tendrán las raíces durante el invierno.

El suelo se puede cubrir con una capa gruesa de mulch para proteger las raíces.

También, se pueden construir pequeños "invernaderos" alrededor de las plantas más jóvenes, para protegerlas de los vientos e incrementar la temperatura durante el día, e incluso se pueden atar y cubrir las hojas con arpillera o plástico transparente, cuidando que esta protección no retenga una humedad excesiva en su interior y retirándola cuando suban las temperaturas.

Tras las heladas y durante las semanas posteriores se recomiendan tratamientos fungicidas con productos tales como Hidróxido de cobre y Maneb o Benomilo y Captan, mezclados al 50% y repitiendo el tratamiento a los 7-10 dias.

6. Quemaduras solares

quemaduras solares en palmera, por el sol Quemaduras por el sol 

Estas quemaduras son frecuentes en plantas cultivadas a la sombra y expuestas repentinamente a pleno sol; dichas quemaduras son muy características ya que se presentan todas en la misma dirección.

Las palmeras destinadas a ser plantadas a pleno sol deben cultivarse al aire libre sin ninguna protección ya que las hojas formadas en la sombra no resistirán el sol de forma súbita.

Algunas palmeras no se adaptan a pleno sol.

7. Falta de luz



En interiores, ubica las palmeras cerca de una ventana, para que puedan recibir luz y sol.

Si no cuenta con luz suficiente, complemente con una luz artificial adecuada para el desarrollo de estas plantas.

8. Viento 



- El viento fuerte y racheado puede producir rotura de hojas y derribar la palmera si tiene un mal anclaje, por ejemplo, en suelos compactados.

- El viendo seco marchita las puntas y se ven bordes secos.

- El viento frío quema a la planta.

- El viento de la costa deposita sales del mar y éstas producen quemaduras en las hojas, pudiendo provocar la muerte de las palmeras que no se adaptan a esta exposición.

- De cualquier forma, siempre serán preferibles situaciones protegidas de los vientos si queremos lograr bellos ejemplares.

- En zonas ventosas es preciso crear cortavientos protectores como setos, láminas de brezo, cañizos, muros, etc..

Rhapis excelsa y muchas otras especies tienen hojas frágiles y sensibles a la deshidratación.

- Palmito (Chamaerops humilis), Palmera datilera y Wachintonia pueden aparecer en primera línea de mar sin problemas.

9. Granizo 

granizo Granizo

Las granizadas son muy destructivas. En plantas ornamentales provocan defoliación y marcas en hojas y tallos por donde pueden entrar a continuación hongos y bacterias.

Pulveriza con un fungicida antibotritis al día siguiente de una granizada para prevenir la infección de las heridas por el hongo Botritis.

10. Exceso de Nitrógeno 

Un exceso de fertilizante "quema" a las plantas, manifestándose en puntas y bordes secos.

Si te has pasado con el abono, aplica riegos abundantes al suelo o substrato de la maceta para intentar "lavar" el exceso de fertilizantes. En el caso de macetas, replanta con susbtrato.

Mejor usar fertilizantes de liberación lenta si has trasplantado recientemente la planta o presenta daños en sus raíces.

11. Exceso de estiércol 

estiércol

Usa un estiércol bien fermentado, sin echar en exceso y mezclándolo concienzudamente con la tierra para que no esté en contacto directo con las raíces porque podrían quemarse.

12. Suelo malo 

perfil del suelo

Cuidado con lo que hay debajo porque podría amarillear: una roca dura, rellenos de restos de obras, escombros, capa compactada, etc..

Si una planta no dispone de profundidad útil para las raíces se notará en un menor crecimiento.

13. Suelo salino 

sales, salinidad y palmeras Palmera muerta por exceso de sales en suelo

Hay suelos con un contenido natural en sales alto que perjudica a las plantas. No son frecuentes pero algunas veces se dan.

Los síntomas son necrosis que empiezan por las puntas y los bordes de las hojas de las hojas más adultas, las nuevas emergen cloróticas, las raíces se necrosan y la planta en general muestra un crecimiento reducido.

La mejora de los suelos salinos sólo se puede conseguir parcialmente dando riegos fuertes que arrastren las sales solubles y se eliminen por el draneje; haciendo aportaciones de materia orgánica del orden de 40 Tm. de estiércol por hectárea, y empleando abonos tales como superfosfato de cal y sulfato o nitrosulfato amónico.

En el caso de macetas, además del "lavado", es bueno el cambio del substrato.

Palmeras resistentes a la salinidad

Butia capitata
Chamaerops humilis (Palmito)
Phoenix canariensis (Palmera canaria)
Phoenix dactylifera (Palmera datilera)
Trachycarpus fortunei (Palmito elevado)
Washingtonia filifera y Washingtonia robusta (Wachintonia)

14. ¿Riegas con agua salina? 

Ciertas aguas de pozo pueden llevar sales que queman las puntas de las hojas, amarillean y caen. Lo ideal es hacer un análisis de agua en laboratorio y si es salina, no usarla para regar

Si el agua de riego contiene una concentración de sales elevada escoge las especies de palmeras más idóneas, que son las citadas anteriormente.

15. Daños en raíces por labrar 

No labres la tierra con la azada profundizando porque romperías raíces.

16. Tratamientos fitosanitarios mal realizados

Daños por herbicida en palmera Daños por herbicida en palmera

Aplica la dosis indicada por el fabricante. Si dosificas 'a ojo' existe riesgo de quemaduras por sobredosificación.

Intenta averiguar antes si cierto producto produce toxicidad en cierta especie de palmera. Si no lo sabes, haz una prueba pulverizando sólo en una hoja.

No trates cuando haga mucho calor, sino al amanecer o al atardecer.

Numerosos herbicidas son tóxicos para las palmeras, produciendo la distorsión y reducción del tamaño de las hojas, quemaduras en los folíolos e incluso provocan necrosis en las raíces.

Los herbicidas Glifosato o Paraquat, con los posibles daños producidos por su contacto con las hojas, la palmera se suele recuperar normalmente algunos meses.

17. Otros trastornos

- Compactación del suelo.

- Recrecidos del terreno más de 40 centímetros es peligroso (poner una capa de grava y tubos de drenaje en ese caso). Los rebajes del terreno son aún más dañinos.

- Daños de raíces por hacer zanjas. Recortar las heridas limpiamente y aplicar fungicida.

- Suelos contaminados por escapes de gas, orines de perros y gatos, detergentes, aceites, productos fitosanitarios... cualquier contaminante que haya podido caer al suelo puede perjudica a las plantas.

- La poda debe ser realizada sin hacer daño a la palmera.



Sigue con los demás trastornos >>

18. Carencias de nutrientes: nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, etc.
19. Salpicado amarillo
20. Albinismo
21. Muerte hapaxantica
22. Marchitez producida por cables de alta tensión
23. Daños producidos por los aspersores
24. Trasplantes


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