martes, 23 de octubre de 2018

Identificado el virus del Herpes como posible causante del Alzheimer.

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Más de treinta millones de personas en todo el mundo padecen la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia. Por desgracia, no existe ninguna cura, solo medicamentos para paliar los síntomas. Sin embargo, mis últimas investigaciones sugieren un modo de tratar esta enfermedad: he hallado las pruebas más sólidas hasta el momento de que el virus del herpes puede causar el alzhéimer, lo que sugiere que este podría tratarse con medicamentos antivíricos eficaces y seguros. Incluso podríamos vacunar a nuestros hijos contra él.
El virus implicado en la enfermedad de Alzheimer, el tipo 1 del virus del herpes simple (HSV1), es más conocido por causar herpes labiales. Afecta a la mayoría de la gente en la infancia y después permanece latente en el sistema nervioso periférico (la parte del sistema nervioso que no es el cerebro ni la espina dorsal). En situaciones de estrés, el virus se activa y, en algunas personas, provoca la aparición de herpes labiales.
En 1991 descubrimos que en muchas personas mayores el HSV1 se halla presente también en el cerebro. Y en 1997 pudimos demostrar que si se encuentra en el cerebro de personas que tengan un gen específico conocido como APOE4, existe un elevado riesgo de que desarrollen la enfermedad de Alzheimer.
Es posible que este virus pueda activarse en el cerebro de forma reiterada, lo que probablemente cause daños acumulativos. La probabilidad de desarrollar la enfermedad es doce veces mayor en las personas portadoras del APOE4 que tengan el HSV1 en el cerebro que en aquellas en las que no se halle ninguno de estos factores.
Además, tanto nosotros en 2007 como otros investigadores –del Instituto de Microbiología de Facultad de Ciencias de Universidad Austral de Chile en 2008 y del Departamento de Biología Molecular y el Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” de CSIC-UAM en 2012–, hemos descubierto que la infección de cultivos celulares con el HSV1 provoca acumulación de beta-amiloide y proteínas tau anormales, y la acumulación de estas proteínas en el cerebro es característica de la enfermedad de Alzheimer.
Muchas personas se infectan con el virus del herpes simple cuando llegan a la vejez. Spectral-Design/Shutterstock.com
Creemos que el HSV1 es uno de los principales factores que contribuyen al desarrollo de esta enfermedad y que se introduce en el cerebro de las personas mayores a medida que su sistema inmunológico va debilitándose con la edad. Entonces crea una infección latente (en letargo), que puede reactivarse debido a situaciones de estrés, a un sistema inmunológico debilitado o a inflamación cerebral causada por la infección de otros microbios.
Esta reactivación produce daños víricos directos en las células infectadas, así como inflamaciones también víricas. Nosotros sugerimos que una activación repetida del virus provoca daños acumulativos que, al final, acaban conduciendo a la enfermedad de Alzheimer en personas con el gen APOE4.
Supuestamente, en los portadores del APOE4 la enfermedad se desarrolla en el cerebro debido a la mayor formación de productos tóxicos por parte del HSV1, o a una menor reparación de los daños.

¿Nuevos tratamientos?

Los datos sugieren que podrían utilizarse agentes antivirales para tratar la enfermedad de Alzheimer. Los principales agentes, que son seguros, impiden la formación de nuevos virus y, de este modo, limitan los daños víricos.
En un estudio anterior descubrimos que el aciclovir, un fármaco antiviral usado en el tratamiento de herpes, bloquea la replicación del ADN del HSV1 y reduce los niveles de beta-amiloide y tau causados por la infección de cultivos celulares con HSV1.
Es importante explicar que lo único que demuestran todos los estudios, incluido el nuestro, es que existe una relación entre el virus del herpes y la enfermedad de Alzheimer, pero no que dicha relación sea causal.
Probablemente, el único modo de probar que un microbio sea la causa de una enfermedad es demostrar que la aparición o el desarrollo de esta se reduce en gran medida atacando al microbio con un agente antimicrobiano concreto o mediante una vacuna específica contra el microbio en cuestión.
Pero el éxito reciente —demostrado por un estudio de población a gran escala realizado en Taiwán— del uso de determinados agentes antiherpéticos concretos para prevenir la enfermedad de Alzheimer resulta alentador. Esperemos que la información recabada en otros países produzca resultados similares.

domingo, 7 de octubre de 2018

5 Técnicas para mejorar la memoria y el aprendizaje.

Hombre frente a un problema muy complejo escrito en una pizarra



Los métodos más populares de estudio no siempre se aplican de la forma más eficaz.

Sin importar qué tan inteligente creas que seas, seguro que a veces te falla la memoria. Una serie de encuestas demostraron que la mayoría de estudiantes no usa de manera efectiva métodos de aprendizaje de eficacia comprobada y, en cambio, pierden el tiempo con otras técnicas inefectivas.
Uno de los problemas es que a menudo recibimos mucha información contradictoria por parte de padres, profesores y científicos, así que no sabemos con seguridad lo que funciona y lo que no.
Por suerte, un nuevo informe publicado en una de las revistas de psicología de mayor prestigio examinó las principales confusiones y creó una lista de las estrategias de estudio más populares con sus posibles obstáculos y cómo aprovecharlas mejor.

Técnica 1: releer

¿Estás aprendiendo vocabulario nuevo? La estrategia más común es la de leer las palabras y sus significados hasta que se nos queden grabados. Para nuestra mala suerte, los psicólogos creen que es un método demasiado pasivo , lo que quiere decir que la mayoría de la información no consigue dejar marca.
El truco: leer a intervalos.
Releer pasivamente es probablemente la técnica de estudio menos eficaz, pero a veces resulta inevitable cuando sientes que careces del entendimiento básico de un concepto. Puedes aprovechar mejor esas sesiones, sin embargo, asegurándote de leer a intervalos regulares . Puedes leer un capítulo, continuar con otra cosa y releer ese mismo capítulo después de una hora, un día o una semana para ayudar a estimular la memoria.
Al volver al material después de un rato, también puedes beneficiarte de las preguntas que te surgieron durante esa pausa Esto ayuda a concentrar más tu atención sobre los fragmentos que conoces y los que no y a incrementar el interés que le pones al tema.


Image copyrightGETTY IMAGESNiña resaltando notas
Image captionSi resaltas demasiadas ideas, no podrás detectar las que son más importantes.

Técnica 2: subrayar o resaltar

Al igual que con la relectura, esta técnica de estudio es casi ubicua. Su concepto tiene sentido: el proceso de subrayar palabras clave y frases debería ayudar a que nos interese más la información y a facilita la posterior identificación de l as ideas más importantes . Pero pese a que puede ser más eficaz que la relectura pasiva, subrayar y resaltar muchas veces no funciona, ya que muchos estudiantes remarcan casi cada párrafo sin discernir mucho.
Truco hacer pausas para pensar
Los científicos sugieren leer en voz alta señalar los pasajes relevantes luego , en el segundo repaso que hagamos del texto. Al forzarte a pensar cada punto y su importancia relativa con más cuidado, se fomenta un procesamiento de la información más activo, algo que es esencial para la formación de recuerdos más nítidos.

Técnica 3: tomar notas

Visita cualquier auditorio o biblioteca y encontrarás estudiantes copiando juiciosamente en sus cuadernos los hechos más importantes. Así como subrayar o resaltar, los problemas surgen cuando uno deja de ser juicioso respecto al material que está incluyendo en esas notas. El exceso de entusiasmo y tendencia a incluir todo lo que se menciona pueden convertirse fácilmente en un vicio.


Image copyrightGETTY IMAGESMujer tomando notas
Image captionTomar muchas notas puede crear una barrera que impida recordar información crucial.

Truco: sé conciso
Varios experimentos han demostrado que si un estudiante usa menos palabras para expresar una idea, tendrá más probabilidades de recordarla luego. Esto puede deberse a que resumir y parafrasear te fuerzan a pensar profundamente sobre el quid de lo que estás intentando expresar y ese esfuerzo adicional se afianza en tu memoria. Estos descubrimientos pueden explicar también por qué es mejor tomar notas con un lapicero y un papelque usar una laptop : escribir a mano requiere más tiempo que hacerlo con un teclado, lo que te obliga a ser más conciso a la hora de anotar.

Técnica 4: hacer esquemas

Muchos profesores animan a sus alumnos a ver la materia que están estudiando desde el punto de vista de un pájaro, presentándoles los puntos clave de una manera estructurada y lógica . A veces, el maestro crea estos esquemas, pero también puede incentivar a los estudiantes para que los hagan ellos mismos.
Truco busca patrones profundos
Los estudiantes a los que se les enseña con estos esquemas suelen conseguir mejores resultados, según nuevos estudios, ya que les permiten identificar las conexiones subyacentes entre distintos temas . Estas investigaciones sugieren que a menudo es más eficaz empezar con un esquema esquelético antes de ponerse a estudiar para luego ir llenándolo con detalles a medida que se avanza en la materia.
Gran parte de nuestro aprendizaje se realiza de manera independiente, por supuesto, sin instrucciones; pero puedes hacer tus propios mapas conceptuales de un texto. Una vez más, ser conciso es esencial: tienes quecentrarte en la estructura del alegato más que perderte en los detalles si quieres ver esas conexiones subyacentes y sacarle el máximo rendimiento a ese aprendizaje profundo.


Image copyrightGETTY IMAGESClase en la que algunos alumnos usan laptops
Image captionTomar notas en una laptop puede no ser tan bueno como hacerlo a mano.

Técnica 5: fichas

Examinarte a ti mismo se considera ahora la estrategia de aprendizaje más fiable, en particular para aquellos hechos específicos y detallados y hay pruebas considerables de que este método puede mejorar tu memoria. Aún así, hay distintas formas de hacerlo que pueden resultar más o menos efectivas.
Truco: cuidado con ser demasiado confiado
A la mayoría de gente le cuesta calibrar los límites de su propio pensamiento, creyendo que sus decisiones son más inteligentes de lo que son. Los juicios en materia de aprendizaje no son muy diferentes. De hecho, un estudio concluyó que mientras más confiada se mostraba una persona de que había aprendido algo menos probable era que lo recordara luego.
Todos minusvaloramos la facilidad con la que olvidaremos algo en el futuro. Por tanto, el uso de fichas puede ser contraproducente si crees que una vez que has recordado algo, esto se quedará en tu cabeza para siempre, algo que hace que pases a la ficha siguiente antes de que el dato se haya afianzado en tu memoria. En cambio, tiene más sentido seguir evaluándote incluso cuando ya crees conocer la palabra.
Puedes leer la historia original en inglés aquí