domingo, 4 de mayo de 2014

Descubierta la primera planta camaleón del mundo, la Boquila trifoliolata

Los investigadores Ernesto Gianoli y Fernando Carrasco-Urra han descubierto la primera planta en el mundo capaz de imitar a los huéspedes sobre los que crece, la especie Boquila trifoliolata.

Esta planta es capaz de aumentar hasta diez veces el tamaño normal de sus hojas, también de cambiar lanervadura y color de las mismas para que coincida con las de su huésped. 

Aspecto de las hojas de Boquila trifoliolata cuando no crecen cerca de un huesped
Esta enredadera trepa sobre cualquier estructura vegetal o artificial. Cuando crecen sobre árboles adquieren las características del árbol anfitrión, para mimetizarse con él y evitar ser comidas por los animales. 

En rojo hojas de  Boquila trifoliolata y en azul hojas de Rhaphithamnus spinosus
Hay muchos ejemplos de mimetismo en el mundo animal, donde los animales son capaces de confundirse con el entorno; un caso muy conocido es el de los camaleones

En rojo hojas de  Boquila trifoliolata (de un tamaño diez veces superior al normal) y en azul hojas de Aextoxicon punctatum
En las plantas existen muchos menos ejemplos y, hasta ahora, sólo imitaban a otra clase de plantas.
Éste es el primer caso conocido en el que una planta es capaz de cambiar la forma, tamaño y coloración de sus hojas según sus necesidades; es lo que se conoce como polimorfismo mimético.
Esta adaptación al entorno la puede realizar con diversos tipos de plantas; algo que la hace muy similar a un camaleón. 

En rojo hojas de  Boquila trifoliolata y en azul hojas de Fuchsia magellanica
Los científicos sugieren que esta habilidad especial es un medio de la planta para evitar a los herbívoros. Las plantas que crecían sobre el suelo y no cambiaban su aspecto tenían un 33% más de posibilidades de ser comidas por los animales; y las que crecían sobre los árboles un 100% más de posibilidades que las que cambian su forma. 

En rojo hojas de  Boquila trifoliolata y en azul hojas de Myrceugenia planipes
Aunque los investigadores no conocen el mecanismo que produce los cambios, apuntan a que las vides son capaces de detectar sustancias químicas de sus huéspedes o a de los microbios que viven en ellos y que estas señales activan los genes necesarios para mimetizarse con ellos.
La investigación se ha publicado en el último número de Current Biology.

Via: sciencedirect.com
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