JUAN MENÉNDEZ, A PUNTO DE INICIAR SU NUEVO RETO
Al polo sur en bicicleta
No hay reto que asuste a Juan Ménendez (Pravia, 1982), también conocido como Juan sin miedo. La Antártida es el objetivo. Quiere convertirse en la primera persona que, pedalada a pedalada, llegue en solitario al Polo Sur, sin apoyos.
El continente helado es su particular última frontera. En los dos últimos años se ha preparado concienzudamente para afrontar 35 días, 1.200 kilómetros, 10 horas cada jornada sobre la bici y temperaturas cercanas a 40 grados centígrados bajo cero.
A finales de agosto viajó a Groenlandia para realizar pruebas sobre un terreno lo más parecido posible a lo que se encontrará en el Polo Sur.
El viento, las grietas, el frío y la soledad son sus principales enemigos, sin olvidar el hambre o el desgaste físico y psicológico. Aunque el término miedo no se cobija en su vocabulario, respeto sí que le merece el terreno que pisará.
Su compañera de viaje será su inseparable bicicleta, especialmente adaptada a las características del terreno helado. Habrá ocasiones en que deberá arrastrar los 16 kilos de la bici cuando se vea obligado a esquiar para continuar el viaje.
Juan tiene previsto iniciar su aventura el próximo lunes 18. Viaja primero a Punta Arenas, Chile y desde allí a la Antártida, donde iniciará la expedición entre el 27 de noviembre y el 1 de diciembre.
Antes de que acabe 2013, Juan Menéndez se coronará el Polo Sur con su bicicleta. En soledad y, como siempre, sin miedo a nada.
Juan cruza Groenlandia de costa a costa después de recorrer 600 km. El otoño groenlandés recibió al español y a sus compañeros con una climatología muy adversa, sufriendo más de 20 días de “whiteout” y hasta un huracán con vientos superiores a los 140 km/h.
Juan Menéndez Granados sigue su preparación física y psicológica para su gran desafío del próximo invierno, conquistar el Polo Sur subido a su bici. Y para ello sigue sumando hitos a su currículo como deportista extremo. Esta vez, cumpliendo con una de las expediciones más complejas que existen en el mundo de la aventura: cruzar Groenlandia de costa a costa en el otoño groenlandés.
Tales son las dificultades del reto, que se calcula que hay más gente que sube anualmente al Everest que expedicionarios que superen con éxito este reto. Así que Juan, consciente de que era el escenario ideal para recrear las posibles condiciones de la Antártida, emprendió el 22 de agosto esta aventura que ha acabado con éxito.
Un éxito que Juan tacha de “excepcional porque nos hemos encontrado con una climatología muy adversa, con cambios muy bruscos en las condiciones, que en ocasiones hacían imposible poder avanzar. Hemos sufrido hasta un huracán con vientos superiores a los 140 km/h cerca de la base militar abandonada DYE2, vestigio de la Guerra Fría”.
Tales han sido las dificultades que la expedición, prevista para 25 días en el peor de los casos, tuvo que ampliarse a 27 jornadas. En este tipo de travesías, dos días suponen un riesgo evidente principalmente por la falta de alimentos y el agotamiento acumulado de los expedicionarios. Extremo que pudo acabar con el rescate de la expedición, aunque afortunadamente no fue así.
A pesar de las dificultades Juan nos decía “estoy muy contento, primero por ser uno de los pocos deportistas españoles, el octavo, que ha conseguido cumplir con éxito este desafío, y segundo, porque he podido testar la mayor parte del equipo que voy a llevar a la Antártida. He podido rodar parcialmente durante alguna de las jornadas de la expedición, y vuelvo muy contento tanto por el rendimiento del equipo, como por mi estado de forma”.
Junto a Juan, 5 anónimos sin miedo comandados magistralmente por el explorador noruego BengtRotmo llegaron el 17 de septiembre a Kangerlussuaq (costa Oeste de la isla danesa) completando una travesía de 600 km.
La conquista del Polo Sur más cercaEl desafío de la Antártida está mucho más cerca, aunque según comentaba Juan a su llegada a Copenhague “ahora es muy importante descansar y recuperarme de este esfuerzo, para empezar otra vez con el entrenamiento diario con el objetivo de llegar lo más fuerte posible al Polo Sur. He sufrido algunas congelaciones de poca importancia en cara, y algunos miembros de pies y manos, así como una importante pérdida de peso. Todo las lesiones son reversibles, pero es importante cuidarse y descansar lo máximo posible para poder volver al “tajo”.
Juan sigue inmerso en la búsqueda y captación apoyos para su expedición a la Antártida, donde este deportista asturiano podría convertirse en la primera persona en el mundo en pedalear solo y sin ayuda al Polo Sur.
Fuente: Marca.com y revistaoxigeno.es
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