sábado, 29 de diciembre de 2018

La lengua es una de las capacidades humanas sobre la que hay más tópicos falsos. El primero de ellos podría ser el de que los dialectos son formas corrompidas, desgajadas, separadas, diferenciadas, de la lengua, la variedad de prestigio, la normativa.
Nada más lejos de la realidad. La norma, el ideal de lengua artificial que solo sirve de referente a todos los hablantes de un mismo sistema, se habla en muy extrañas situaciones. En ellas, normalmente, los hablantes incurren en faltas a esta por desconocimiento.
Zonas donde se prefiere el nombre “castellano” frente a zonas donde se prefiere el nombre “español”
Esa norma se crea fundamentándose con base en los dialectos, que es lo que la gente habla de verdad. Es decir, nadie, absolutamente nadie en la tierra, habla ninguna lengua normativa. Siempre hablamos un dialecto, o habla de la zona en la que nacemos o vivimos, la lengua oral.
Esto va unido también a la concepción de que hay zonas en las que se habla “mejor” que en otras. Es completamente falso. La zona, o lo que nos incumbe, el dialecto, no marca en absoluto la “calidad” del habla.
No hay ni una sola variedad lingüística que sea más correcta que otra, todas cumplen su función perfectamente: la comunicación.
El español en el mundo y sus principales grandes agrupaciones dialectales

La expansión geográfica del español

De hecho, es importante saber que la lengua normativa no es más que una variedad creada a partir de otra con especial suerte: la lengua de la zona dominante y la variedad de esa zona que hablaba la élite social. No existe ningún motivo lingüístico para que la norma sea la que es, sino social y, con el tiempo, tradicional y estético.
El español o castellano nació en Castilla, por lo que no es difícil averiguar por qué el habla de esta región española, que corresponde más o menos al norte del centro español, es la más históricamente prestigiosa.
Tras expandirse por la Península, viajó a algunas ciudades de la costa norteafricana y a las islas Canarias. De ahí dio el salto a América, después Filipinas y, siglos más tarde, algunos enclaves de la costa africana occidental, principalmente el Sáhara Occidental y Guinea Ecuatorial.

El español del norte de de la península Ibérica

El español tiene infinidad de dialectos o hablas diferentes. Algunas de ellas se pueden subdividir en muchas otras, y no todos los especialistas están de acuerdo o coinciden en su división.
Además, hay que recordar que el habla no varía solo geográficamente, también socialmente y según el registro. Por lo tanto, lo que aquí leas sobre el español de tu zona puede no coincidir con tu forma de hablar. La lingüística, como cualquier otra ciencia, tiene dificultades para encontrar realidades incontestables.
Ni que decir tiene que es imposible registrar de forma científica las peculiaridades individuales del habla que todos, sin excepción, tenemos.
Voy a dividir el español de la península en dos grupos diferentes. El primero de ellos será el del norte de España.
Los dialectos del español en España
Lingüísticamente, podemos considerar el norte de España desde Madrid hacia arriba. Por supuesto, hay muchas diferencias de una región a otra. Algo que todas las variedades tienen en común en la distinción entre el sonido de la letra <s> y el de la <z, ce, ci>.
El sonido de la <s> en esta zona de España es peculiar. Se pronuncia ápico-alveolar, es decir, poniendo la punta de la lengua en los alveolos, en la parte superior de los dientes superiores.
Es una rareza, solo compartida con el gallego, el catalán y algunas lenguas galoitalianas. Es también la de las hablas meridionales excepto el andaluz.

El español en Galicia

Es famoso el fenómeno de la geada, que consiste en pronunciar la /g/ oclusiva velar sonora (la de gato) como una oclusiva velar sorda (como la /j/ de jamón).
Este fenómeno tiene origen en el propio castellano. El gallego fue durante siglos una lengua desprestigiada, de gente rural (por desgracia, aún queda algo de ese estigma).
Así, los hablantes introdujeron este sonido, castellano y ajeno a su lengua, para castellanizar su habla y librarse de esa connotación socialmente negativa. El préstamo fonético del castellano pasó al gallego y de este volvió a pasar al español en palabras donde no le correspondía. Así, gato > jato.
El fenómeno de la geada en Galicia
En algunas zonas de Galicia, sobre todo al sur, está presente el seseo como préstamo del gallego de la zona al español, no como desarrollo propio del castellano.
En la morfología es destacable el diminutivo en <-iño/a>, claro préstamo de la lengua gallega. casa > casiña.
Quizá lo que más destaca del gallego es, gramaticalmente, la ausencia del pretérito perfecto compuesto he comido, que se sustituye siempre por el pretérito perfecto simple (también llamado indefinido) comí.

El español en Asturias

Como en Galicia, el español de Asturias tiene influencia de la lengua autóctona: el asturleonés. Así, algunos hablantes, sobre todo mayores, no pronuncian el sonido fricativo velar sordo de la <j, ge, gi>, y pronuncian un sonido fricativo palatal sordo (como la <sh> del inglés).
El plural de las palabras femeninas no se hace en -as sino en -es, como en la lengua asturiana. Así,  las lanchas > les lanches (pero la lancha, en singular).
Hay tendencia a colocar el pronombre en situación postclítica, es decir, detrás del verbo, cuando normativamente iría delante: fuime, comiolo, recójote.

El español en Cantabria y Castilla y León

El fenómeno más característico de esta zona central y noroccidental de la península es el laísmo. Esto es, la sustitución del pronombre de complemento indirecto femenino le por la. Por ejemplo la dije, en vez de le dijelas regalé un libro en vez de les regalé un libro.
Este fenómeno surge de una evolución de los sistemas de complemento directo e indirecto.
El sistema normativo es así:
CI masculino singular LE
CI femenino singular LE
CI masculino plural LES
CI femenino plural LES
El sistema laísta es así:
CI masculino singular LE 
CI femenino singular LA
CI masculino plural LES
CI femenino singular LAS
Este fenómeno, que goza de mala consideración social, está en expansión.
Es típico de la Castilla y León rural la pronunciación del dígrafo <ll> con su valor original, lateral aproximante, hoy prácticamente perdido. Es el sonido de la grafía francesa <ill> o la <lh> portuguesa. Para hacernos una idea, suena casi como <li>. Lluvia se pronunciaría algo así como liuvia.
El yeísmo es el fenómeno que consiste en pronunciar “ll” como “y”

El español en Cataluña, Valencia y Baleares

El español de esta zona tiene una clara influencia de la lengua catalana-valenciana. Así, las oclusivas sonoras a final de palabra suenan como sordas: pub>pup, Madrid>Madrit.
El fonema /l/ se pronuncia velar, como en portugués, más atrasada en la cavidad bucal y cercana a una /u/. La vocal /a/ puede sonar cerrada en algunos puntos de Cataluña y Baleares.
Gramaticalmente, se usa mucho más el futuro simple que en el resto de la península, donde su uso es casi exclusivo para hipótesis. En estas zonas, por influencia de la lengua catalana-valenciana, sí se usa como acción futura con mucho más frecuencia.
Territorios donde se habla catalán-valenciano

El español en el País Vasco y Navarra

En el País Vasco y Navarra destaca el menor uso de los pronombres respecto a otras zonas de la península.
Ya se lo comió > ya lo comió
El diminutivo suele formarse, normalmente, en <-ico/a>.
Es divertido para el resto de hablantes de español el uso típico que se hace del artículo antes de papá/mamá. El papá y la mamá.

El español en el sur de la Península Ibérica

En este vamos a intentar explicar las peculiaridades de los dialectos del sur: castellano-manchego, extremeño, andaluz, murciano y canario.
Idiomas de España y grandes áreas dialectales del español
Lo primero que hay que decir de estas hablas no tiene carácter lingüístico, sino social. Comparten todas ellas es un arraigado desprestigio en todo el país. Sus formas de hablar son tachadas como incultas o inferiores por los habitantes de las zonas septentrionales.
Huelga decir que esta fama tiene justificación social por una aceptación errónea de lo que es un estándar prescriptivo de la lengua. El desarrollo de unas u otras variedades no está determinada por un aspecto educativo o de nivel cultural, sino por evolución histórica de la lengua.
Pero no debería tratar de sociolingüística este artículo, así que vamos directos a la dialectología.

El extremeño

Si colocamos en dos extremos las variedades de Castilla y las andaluzas, vemos claramente que en medio encontramos, tanto geográfica como lingüísticamente, dos variedades: el extremeño y el castellano-manchego.
Divisiones lingüísticas de Extremadura
El extremeño estaría más cerca del andaluz, y el castellano-manchego más cerca de las variedades del norte (aunque, claramente, no forma parte de ellas).
El extremeño pierde completamente las consonantes finales, sobre todo la -s en todas las posiciones, pero también la -r de los infinitivos o la -l.
Aparte de tener su vocabulario propio, como todas las demás áreas, un aspecto muy llamativo del extremeño (o castúo, término que se ha hecho popular en los últimos años) es el cambio de entonación en las oraciones interrogativas en la zona central de la provincia de Badajoz, incluyendo las capitales de la provincia y la autonómica: Mérida.
En español, como en todas las lenguas romances y en la gran mayoría de lenguas indoeuropeas, las interrogativas están marcadas por una subida del tono en la parte final. Así, en ¿Quieres café?, el tono asciende en la palabra café.
En la zona referida el tono no solo sube, sino que también alarga la última sílaba. Algo así como ¿quieres caféé?. No conozco ninguna otra zona del español que lo haga, es una exclusividad de la provincia extremeña de Badajoz.
También cabe destacar que hacen el diminutivo en -ino/a: un poquino.

El castellano-manchego

En la zona dialectal castellano-manchega se incluyen la zona de La Mancha (Guadalajara no forma parte ni de esta zona lingüística ni de La Mancha geográfica) y la mayor parte de la provincia de Madrid.
Área del castellano-manchego (sin Madrid)
Su característica principal es la pérdida de la -s final, sobre todo en interior de palabra o frase, aunque suele mantenerse al final del discurso (ante pausa). Esto tiene una consecuencia muy peculiar, y es que cuando detrás hay una consonante velar (k, c, q, g) da como resultado un sonido parecido a una j (asco>ajco).
Está muy expandido el laísmo y, algo menos, el leísmo.

El andaluz y murciano

Voy a hacer una división poco académica pero que nos servirá para ahorrar espacio: andaluz occidental y andaluz oriental/murciano.
En estas tres hablas: andaluz occidental, oriental y murciano, la pérdida de la -s es total e influye de alguna manera en las consonantes que la siguen.
En andaluz occidental, se produce una lenición (debilitamiento), en andaluz oriental se produce una geminación (duplicación). Así, por ejemplo, en la secuencia los barcos, un andaluz occidental pronunciaría algo pareciado a loh farco y uno oriental lobbarco.
Se pierden todas las consonantes en posición implosiva, esto es, a final de sílaba. Todas.
En Andalucía occidental se usa el pronombre “ustedes” con la segunda persona del plural de los verbos: ustedes coméis.
El uso de ustedes/vosotros en España
Un gran mérito del oriental y del murciano es haber desarrollado una marca distintiva y única en todo el español para el plural.
Así, el andaluz occidental marca el plural exclusivamente por el artículo (que lleva aspiración o no), pero en Córdoba, Jaén, Granada, Almería y Murcia se abre la vocal. Esas hablas tienen, para algunos, hasta diez vocales, las cinco del español estándar más sus variedades abiertas. Estas últimas se usan para distinguir el plural y para diferenciar las segunda y la tercera personas del singular en presente de indicativo.

El seseo y el ceceo en España

El seseo, rasgo geneal del español (lo raro es la distinción <s/z>, exclusiva del español peninsular, o sea, absolutamente minoritario en el idioma), nació en Andalucía occidental, en un núcleo entre las ciudades de Cádiz, Sevilla y Córdoba.
Seseo, ceceo y distinción en España. El seseo de Extremadura es debido a que esa zona es de habla tradicionalmente portuguesa. En Murcia, es una evolución propia de la zona de Cartagena
Si dividimos Andalucía en tres franjas de norte a sur, teóricamente el norte distingue entre <s/z>, la zona central sesea y la sureña cecea, pero la realidad es que en cualquier parte es posible encontrar las tres cosas, aunque en algunas sea más habitual algún rasgo concreto.
Se calcula que el 35% de la población andaluza distingue (en aumento), otro 35% sesea (en disminución lenta) y un 30% cecea (en disminución considerable).
Por esto, el andaluz es la variedad puente entre el español europeo (España, Guinea) y el atlántico (Canarias y América).

El canario

El canario es, de hecho, un habla ya considerada atlántica (aunque hay quien introduce un tercer tipo de español llamado africano, en el que estarían este y el guineano. Para mí, no tiene mucha lógica ya que estas dos hablas no tienen rasgos comunes suficientes para su agrupación).
El seseo es total, aunque hay algunos reductos ínfimos de distinción e incluso de ceceo. El uso de vosotros y su forma verbal está tradicionalmente perdido aunque en los últimos años se aprecia una revitalización. La pérdida de la -s implosiva es total y se mantiene, a diferencia de las hablas sureñas peninsulares, la aspiración incluso en posición final total. Es decir, frente a un andaluz los barcos>loh barco, un canario loh barcoh.

¿Hablas progresistas o innovadoras?

Las hablas meriodionales de España aportan una gran variedad y soluciones diferentes en la evolución del idioma que vino del norte. En un exceso de chovinismo, algunos las han catalogado como progresistas frente al norte conservador, “el español del futuro”.
Si bien es cierto que algunos rasgos, como la pérdida de la -s implosiva, avanza imparable hacia el norte, otros, como la aspiración de la h- inicial (humo pronunciado como jumo) es un rasgo conservador que se perdió en las hablas septentrionales hace siglos.
Las hablas del norte, por su parte, también aportan al español general que está por venir, como por ejemplo la confusión de los pronombres (laísmo, leísmo, loísmo), que, todo parece indicar, está en lenta pero firme expansión.

El español de América

Cuando empecé a escribir este artículo sobre las diferencias geográficas del español quería hacer varios artículos sobre América. Pretendía evitar la denominación y agrupación clásica de “español de América”. Hay muchas variantes americanas. Pero las necesidades editoriales han hecho que al final no quede otro remedio. Internet es así.
Voy a hablar solo de los grandes rasgos característicos de la lengua en aquellas latitudes.

Breve historia del español en América

Históricamente, el español llegó de la mano de los colonizadores y conquistadores a finales del siglo XV. El gran puerto de salida era Sevilla, donde ya se había desarrollado la variedad andaluza occidental de la lengua que ya empezaba a llamarse española.
Los colonos eran en su mayoría andaluces. Estos pasaron sus hablas a Canarias, primero, y a América, después. Además, los no andaluces tenían que pasar bastante tiempo en la capital sureña antes de partir, por lo que podemos presumir que llevarían una mezcla de acentos. El español que llegó a las colonias era, pues, mayoritariamente andaluz.
Principales rutas del comercio con América. Estas zonas recibían mayor influencia de las hablas de la metrópoli
Las grandes ciudades americanas estaban mejor conectadas con la metrópoli, por lo que sus hablas recibían más influencias de las variantes españolas (en general, mejor consideradas socialmente en aquellos tiempos). Por eso hoy día el español de las zonas mejor comunicadas históricamente y grandes ciudades de América se parecen más al español de Castilla que el de otras zonas más periféricas.

El seseo

El primer rasgo común a todos los países es el seseo, aunque iría siendo hora de dejar de considerar esto un rasgo extraño, ya que si miramos el porcentaje de hablantes globales de español, lo raro es pronunciar diferente <ce> y <se>. Este fenómeno es completamente minoritario y se ve reducido al español de España (excepto Canarias y en parte Andalucía) y Guinea (salvo en algunas zonas).
El seseo nació en Andalucía, desde donde viajó a América
Aunque hay algunas áreas, escasas, donde está presente el ceceo, es absolutamente minoritario, está en rápida decadencia y, como en la península, goza de mala reputación.

El seseo atlántico

Como se ha visto, la división tradicional distingue entre español europeo y español atlántico. El español europeo sería, claro, el de España excepto Canarias. Aparte, se encontraría la región de Andalucía, en el sur de la península, que es un puente entre ambos.
La principal diferencia sería el seseo generalizado en el atlántico, que incluiría las islas Canarias, las islas Filipinas, que formaban parte de la Nueva España y estaban muy influenciadas por México, y todo el continente americano.
Seseo, ceceo y distinción en el español

Yeísmo y rehilamiento

El yeísmo está generalizado, aunque esta es una característica presente también en Europa y que avanza a pasos agigantados. La <y> y la <ll> se pronuncian siempre igual en las áreas yeístas. En la variedad rioplatense se ha avanzado un paso más y se da el fenómeno del rehilamiento.
Áreas donde está presente y ausente el fenómeno del yeísmo. Cabe destacar que solo se encuentran zonas mixtas destacables en España
Este consiste en pronunciar ambos signos como <sh> en el inglés shower, o <ch> en el francés chat. Se puede escuchar su variante sonora (moviendo las cuerdas vocales) en el habla cuidada, más culta. Este sonido sería como el francés je, o el inglés measure.

Vosotros, ustedes

En América no existe el pronombre vosotros ni la forma verbal que le corresponde. Se sustituye siempre por ustedes y se usa con el verbo conjugado en tercera persona del plural. Esto coincide con el español de Canarias y en parte con el de Andalucía occidental, donde se usa ustedes pero conjugado con la segunda persona del plural. Así, en español de España excepto Canarias y Andalucía: vosotros coméis; Andalucía occidental: ustedes coméis; América y Canarias: ustedes comen.

¿Tú o vos? El voseo

Otro gran fenómeno diferenciador sería el uso del pronombre vos para la segunda persona del singular frente a . Este es el último gran fenómeno porque, de hecho, ya no es general a toda América como ocurre casi totalmente (casi, lo que significa que en realidad no totalmente) con los dos anteriores.
Aunque el voseo, como se llama este fenómeno, está presente casi en todos los países americanos, hay amplias zonas donde no se usa.
Hay que aclarar dos puntos: hay un voseo reverencial, cortés, que es arcaico y prácticamente está extinto (aunque algo queda); y el voseo dialectal, que es ampliamente usado en muchas zonas de América y se utiliza para el trato con confianza, equivalente al  en las zonas donde no existe el voseo.
El voseo reverencial seguía la secuencia vos – vuestro – os, mientras que el dialectal usa vos – tu – te y una forma específica para el verbo.
Zonas voseantes. A mayor oscuridad del azul, más común es su uso
Pero hay muchísimas zonas más donde el voseo es generalizado. Además, hay varios tipos de voseo, no son todos iguales.
En España el voseo murió en el siglo XIX en, de nuevo, Andalucía. Todavía persiste en una pequeña zona de Lugo, Galicia, pero no se sabe si viene del español o es influencia de la lengua gallega.
Para terminar, y sintiendo profundamente no poder extenderme en ello, diré que el español de América se divide en primera instancia en seis zonas: andino, caribeño, chileno, centroamericano, mexicano y rioplantense.

Particularidades de Guinea y Filipinas

Hay otras zonas donde el español tiene peso por tradición o por número de hablantes: Guinea y algunos enclaves de África, me centraré en Guinea.
En el actual español de Guinea, idioma oficial y ampliamente hablado y enseñado, aunque existe el seseo, es minoritario, siendo mayoritaria la misma diferencia entre la pronunciación de <za> y <sa> que hay en España.
También, aunque el español de Filipinas está casi extinto, actualmente hay una tendencia a acercar el habla local a la europea, porque España está ejerciendo una influencia cultural potente en los hablantes.
Así, la división primera entre español atlántico y europeo parece poco exacta, ni de forma global ni de forma concreta, porque hay países donde los dos fenómenos que supuestamente separan, el seseo y la distinción de ese y zeta, conviven.

Además, el español atlántico resultaría enormemente vasto, casi inabarcable, con una diversidad increíble, lo esperable viendo el tamaño del territorio hispanoparlante en América.
Publicación Original de Bernardo Ríos

Colorize y otras herramientas online para colorear fotos.

Colorize
Desde que los sistemas de aprendizaje automático han comenzado a ser capaces de colorear automáticamente imágenes disponibles originalmente en blanco y negro, hemos visto aparecer una serie de opciones que podemos utilizar de forma sencilla.
Algorithmia y PaintsChainer, de las que ya hablamos en su momento, se suma ahora Colorize.
Se trata de una sencillísima aplicación basada en la web en la que tan sólo tenemos que aportarle esa imagen en blanco y negro que tengamos y queramos colorear, ya sea que la tengamos en nuestro equipo local o la imagen se encuentre disponible a través de la web.
Una vez subida la imagen a su servicio, ya tan sólo nos queda aportar nuestra dirección de correo electrónico y esperar a que el sistema de aprendizaje automático subyacente procese el coloreado de la misma, cuyo tiempo dependerá de la calidad y contenidos de la imagen enviada.
Este proceso puede tardar desde 30 segundos hasta varias horas, según señala la propia web.
Una vez procesada la imagen, la recibiremos directamente en nuestro buzón de correo electrónico a la dirección que le hayamos facilitado.
Colorize está disponible de forma gratuita para los usuarios. Por otro lado, el 10 de enero del próximo año contará con su propia API para aquellos desarrolladores que quieran integrarla como parte de sus aplicaciones o servicios.

jueves, 20 de diciembre de 2018

Remove Background, una herramienta online para quitar el fondo de tus fotos.

https://www.remove.bg/

Remove background (https://www.remove.bg/) es una página web que te permite quitar el fondo de tus imágenes en menos de un minuto. Funciona muy bien y aunque tiene algunos pequeños fallos, su resultado es muy profesional. Un alivio para muchos. :)

domingo, 9 de diciembre de 2018

Recomendaciones de consumo de pescado debido a la presencia de mercurio

RECOMENDACIONES DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE CONSUMO, SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIÓN PARA POBLACIONES SENSIBLES: MUJERES EMBARAZADAS O EN PERIODO DE LACTANCIA Y POBLACIÓN INFANTIL
Se recomienda a las mujeres embarazadas o que puedan llegar a estarlo, mujeres en periodo de lactancia y a niños de corta edad (entre 1 y 30 meses) consumir una amplia variedad de pescados, por sus grandes beneficios nutritivos, evitando consumir las especies más contaminadas con mercurio cuyo consumo debe limitarse en determinadas etapas.
Las recomendaciones para el consumo de Pez espada, Tiburón, Atún rojo (Thunnus thynnus: especie grande, normalmente consumida en fresco o congelada y fileteada) y Lucio son las siguientes:
  • Mujeres embarazadas o que puedan llegar a estarlo o en período de lactancia. Evitar el consumo
  • Niños < 3 años. Evitar el consumo
  • Niños 3-12 años. Limitar a 50 gr/semana o 100gr/ 2 semanas (No consumir ningún otro de los pescados de esta categoría en la misma semana).
JUSTIFICACIÓN
Tanto la “Opinión sobre el mercurio y metil-mercurio en productos alimenticios” de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), como la nota informativa sobre “ Metil-mercurio en pescado y productos pesqueros” de la Dirección General de Sanidad y Consumo (DGSANCO) de la Comisión Europea, que contenía recomendaciones de consumo para los grupos más vulnerables de población (mujeres embarazadas o que puedan llegar a estarlo, mujeres en periodo de lactancia y a niños de corta edad), sirvieron de base a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición para publicar en su web una Nota informativa sobre mercurio y metil-mercurio en productos pesqueros en 2008.
El 28 de septiembre de 2010, el Comité Científico de la AESAN en su sesión plenaria, aprobó un “Informe en relación a los niveles de mercurio establecidos para los productos de la pesca”. En este informe se ha estimado que:
  • Una mujer embarazada (60kg) que ingiera una ración (100 g) de pez espada a la semana superaría la ingesta máxima tolerable de metil-mercurio.
  • Un niño de entre 7-12 años (35 kg) puede consumir sólo media ración (50 g) de pez espada a la semana y ningún otro de los pescados grandes en esa misma semana.
Por ello se ha procedido a actualizar las recomendaciones realizadas a los grupos de población vulnerables.
La toxicidad del mercurio (Hg) depende de su forma química, tipo y dosis de exposición y edad del consumidor. Su forma orgánica (metil-mercurio) posee una elevada toxicidad, se disuelve fácilmente en la grasa y atraviesa la barrera hemato-encefálica y la placenta pudiendo provocar alteraciones en el desarrollo neuronal del feto y en niños de corta edad.

(Esto es mercurio mineral, no metilmercurio)
El metil-mercurio se encuentra mayoritariamente en pescados y mariscos, donde puede llegar a representar más del 90% del mercurio total. Derivado de la contaminación medioambiental, los peces acumulan mercurio en su organismo a lo largo de su vida y esto ocurre especialmente en aquellas especies de gran tamaño como los grandes depredadores. El hecho de que estos grandes depredadores suelen ser migratorios, hace que no sea posible excluir los pescados de las aguas menos contaminadas.
En términos de beneficio-riesgo la AESAN considera que el pescado es, dentro de alimentación saludable, una parte importante de la dieta. Esto se debe, básicamente, a la calidad de su proteína y su grasa, con aminoácidos esenciales en cantidad más que adecuada, escasa cantidad de grasas saturadas y una importante proporción de ácidos grasos omega 3 y de vitaminas A, D, E, B6 y B12.
Mercurio mineral y mercurio orgánico
El mercurio no sólo se encuentra en el agua, sino en muchos otros alimentos como las verduras, pescado y mariscos, entre otro. Todo ello supone que las ingestas sucesivas de mercurio se van a ir sumando hasta dar la ingesta media diaria de esta sustancia. Es éste el riesgo real, el que se consuma un exceso de productos, contaminados a pequeña escala todos ellos, y que van a poder dar lugar a una intoxicación crónica.

Por este motivo, se ha estipulado una concentración máxima admisible de este metal, quizás aparentemente muy baja, pero que quiere asegurar que el total se encuentre siempre por debajo de los umbrales de toxicidad.


Mercurio mineral y mercurio orgánico

El mercurio es un metal clasificado en el grupo de los metales pesados, metales que poseen una elevada toxicidad, para personas y animales. Esta sustancia hay que diferenciarla en sus presentaciones químicas para poder inferir su posible toxicidad. Si la presentación química es como tal mercurio mineral (Hg), la toxicidad es relativamente baja. ¿Por qué? Porque los organismos animales no tienen tanta capacidad para poder absorberlo en su intestino. Es un metal pesado de difícil disolución y absorción, que tras pasar al torrente circulatorio suele ser eliminado por vía renal no dando problemas, salvo que la concentración ingerida sea muy elevada.

En este caso, llega a nivel renal, ejerciendo su función tóxica, y puede provocar la muerte del tejido y pérdida de funcionalidad. Esta situación es muy poco probable y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo se producirá en casos de accidente con liberación masiva.

Pero si la presencia fuese de metil-mercurio (mercurio orgánico) la situación sería diferente. El mercurio, cuando llega a la naturaleza, y transcurrido un tiempo, es transformado en el mismo medio ambiente a metil-mercurio. La diferencia entre el mercurio simple y el metil mercurio es muy importante. Esta segunda molécula es una forma orgánica, fácilmente reconocible por los seres vivos, que se acumula en el organismo y que posee una elevada toxicidad, sobre todo contra el sistema nervioso.

La neurotoxicidad del mercurio ha recibido, durante siglos, atención en todo el mundo. Sin embargo, no fue hasta el brote de Minamata (Japón) en 1950, cuando realmente se consideraron los efectos tóxicos agudos y se plantea la necesidad de su control. Miles de personas resultaron afectadas debido a vertidos industriales durante años en la bahía de Minamata, lo que permitió la acumulación de la forma orgánica en el agua. Los peces de la zona, a su vez, acumularon el metil-mercurio en su músculo, que posteriormente fue consumido por la población.