sábado, 30 de enero de 2016

Una arcilla medicinal usada por indios norteamericanos tiene efectos bactericidas potentísimos

Los primeros medicamentos desarrollados con el debido rigor por la ciencia no salieron de la nada en los laboratorios químicos, sino que a menudo se partía de hierbas medicinales u otros remedios naturales, incluso calificados de "mágicos" por curanderos, hechiceras y otros personajes pintorescos que los usaban, y tras comprobar que realmente funcionaban, se aislaba su principio activo y se elaboraba el medicamento a partir de este. Aunque ahora ya no es tan frecuente encontrar nuevos medicamentos de esta manera, todavía se dan algunos casos de vez en cuando. El último de ellos es una prometedora arcilla bactericida que tras siglos de uso por los indios norteamericanos Heiltsuk, afincados en tierras hoy canadienses, está recibiendo mucha atención por la comunidad científica debido a que su actividad bactericida podría ser capaz incluso de aniquilar a bacterias farmacorresistentes.

El equipo del microbiólogo Julian Davies, de la Universidad de la Columbia Británica en Canadá, ha comprobado que esta rara arcilla, presente de manera natural en una zona de esa provincia canadiense, exhibe una potente actividad antibacteriana contra patógenos resistentes a múltiples fármacos.

Davies y sus colegas recomiendan por ello que la arcilla sea estudiada como tratamiento clínico para infecciones graves causadas por cepas de bacterias farmacorresistentes, causantes de la mayoría de infecciones iniciadas en hospitales, y entre las que cabe destacar a las especies Enterococcus faecium, Klebsiella pneumoniae, Acinetobacter baumannii, y Pseudomonas aeruginosa.

Las infecciones causadas por las bacterias farmacorresistentes son básicamente intratables y contribuyen a una cada vez mayor mortalidad en los hospitales, tal como advierte Davies. “Después de 50 años de sobreutilizar y emplear incorrectamente antibióticos, las medicinas antiguas y otros agentes naturales basados en minerales podrían proporcionar nuevas armas en la batalla contra los patógenos resistentes a múltiples fármacos”.

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La llamativa arcilla bactericida, un remedio ancestral de los indios norteamericanos que ahora está demostrando científicamente sus propiedades curativas. (Foto: Kisameet Glacial Clay Inc.)


La principal fuente de esta extraña arcilla está situada en el territorio tradicional de los Heiltsuk, a 400 kilómetros (250 millas) al norte de Vancouver, Canadá, en una cuenca granítica poco profunda de unos 5 acres (unas 2 hectáreas). El depósito de 400 millones de kilogramos se formó a finales de la última Edad del Hielo, hace aproximadamente 10.000 años.

Los indígenas norteamericanos de esa zona han utilizado la arcilla durante siglos por sus propiedades terapéuticas; diversos informes citan su eficacia para la colitis ulcerosa, la úlcera duodenal, la artritis, la neuritis, la flebitis, la irritación de la piel y las quemaduras. Por otra parte, no se conocen efectos tóxicos de la arcilla para el Ser Humano, lo que también augura buenos resultados en los futuros ensayos clínicos.

En las pruebas in vitro llevadas a cabo por Davies y la investigadora Shekooh Behroozian, la arcilla suspendida en agua mató 16 cepas de bacterias farmacorresistentes, obtenidas de muestras procedentes de lugares como el Hospital General de Vancouver y el St. Paul's Hospital.

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